Unos 200 subsaharianos intentan entrar en Melilla a través de la valla

Unos 200 inmigrantes de origen subsahariano han protagonizado hoy un nuevo intento de entrada a Melilla, el tercero que vive la ciudad autónoma esta semana.

Según han informado a Efe fuentes policiales, la tentativa se ha producido sobre las 07.00 horas en la zona próxima al cementerio musulmán, en las inmediaciones de Villa Pilar, donde varios inmigrantes han conseguido subirse al vallado.

La colaboración de las fuerzas de seguridad marroquíes junto con el despliegue de la Guardia Civil en el lado español ha impedido la nueva entrada masiva de subsaharianos.

La carretera de circunvalación, que discurre paralela al perímetro fronterizo, ha sido cortada al tráfico en este tramo, según las fuentes, mientras que desde el aire el helicóptero de la Guardia Civil sobrevolaba la zona.

El de hoy es el tercer intento de entrada masiva a través de la valla fronteriza que vive Melilla en esta semana, tras los registrados el pasado lunes y martes.

En estas tres tentativas han participado alrededor de 1.400 personas: 800 el día 15; unas 400 el pasado 16 y otras 200 hoy.

Según los últimos datos de la Delegación del Gobierno, la cifra de intentos "individuales" en 2014 a través de la valla se aproximan a los 20.000, de los cuales unas 2.000 personas lo habrían conseguido.

La mayoría de los subsaharianos que han conseguido saltar la valla lo hicieron en la primera mitad del año, sobre todo en dos intentos concretos: el del 18 de marzo y el del 28 de mayo, fechas en las que accedieron a Melilla alrededor de 500 personas en cada uno de ellos.

Con la instalación de la malla antitrepa, la presión migratoria se ha mantenido, con tentativas constantes, aunque el número de los que consiguen su objetivo se ha reducido de manera considerable.

A falta de que concluya el año, Melilla ha registrado alrededor de 70 intentos de entrada masiva a lo largo de 2014, en el que se han batido todos los récords en el número de entradas, incluso superando a 2005.

Además de las entradas de subsaharianos, la ciudad está sufriendo una fuerte presión migratoria por parte de inmigrantes sirios, que aprovechan su parecido físico con los marroquíes para acceder a suelo español, en muchos casos con documentación falsa y previo pago.

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