Una exalumna de Valdeluz asegura que en el centro de asesoramiento le recomendaron no denunciar los abusos

Una exalumna del colegio Valdeluz Agustinos de Madrid ha declarado hoy ante el juez que sufrió abusos de un profesor de los 13 a los 16 años y que recibió asesoramiento psicológico en el Centro Especializado de Intervención en Abuso Sexual Infantil (Ciasi) de la Comunidad de Madrid, donde le recomendaron no denunciarlo.

La joven, que en la actualidad tiene 24 años, ha salido visiblemente afectada del Juzgado tras prestar declaración como testigo durante unos cuarenta minutos ante el titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid, Hermenegildo Barrera, que investiga los abusos supuestamente cometidos por el profesor Andrés Díez, detenido el pasado 11 de febrero.

La chica, que le había contado los hechos a sus padres hace años, ha ratificado la declaración que hizo ante la Policía, y ha asegurado que tanto un psicólogo ajeno al colegio, con el que estuvo en tratamiento por cuestiones que no guardan relación con los abusos, como en el Ciasi le aconsejaron que no denunciara los hechos porque "no le iban a creer", según fuentes jurídicas.

La exalumna ha sostenido que en el año 2007 transmitió una queja al jefe de estudios, algo a lo que no había hecho referencia en su declaración policial. "Esto no me cuadra", ha dicho Ramón Muñoz, el abogado del profesor, antes de indicar que "si esto lo sabía todo el mundo, es sorprendente e inexplicable que nadie haya denunciado los hechos, ni la dirección del colegio, ni la jefatura de estudios, ni el CIASI, ni sus padres".

Hoy también han comparecido ante el juez como imputados, por supuesta omisión del deber de informar de un delito, el exdirector del colegio Valdeluz Agustinos de Madrid Eustaquio Iglesias y el exjefe de estudios Juan José de Cossío, durante aproximadamente media hora cada uno.

El exjefe de estudios no ha ratificado su declaración ante la Policía, en la que reconoció que sabía que el profesor podía haber cometido abusos, pero no lo denunció, mientras que el exdirector del centro ha confirmado su declaración policial, en la que aseguró que nunca tuvo sospechas del profesor.

Cossío ha manifestado ante el magistrado que tuvo conocimiento de "un comentario aislado" en el año 2007 que "no tenía ninguna connotación sexual" en el que una alumna -que hoy ha prestado declaración judicial como testigo- le dijo que no quería seguir con este profesor porque se llevaba mal con él.

Este comentario se produjo los primeros días del curso, por lo que no fue necesario hacer nada por parte del jefe de estudios, ni por parte del director, ni por parte del centro porque la alumna dejaba de tener relación con ese profesor por razón de los grupos y de las materias que había escogido.

El abogado del exdirector y del exjefe de estudios, Jesús Mandri, ha anunciado que pedirá la nulidad de la declaración policial de sus clientes por considerar que se incurrió en "un defecto de forma" al tomarles declaración como testigos, cuando había sospechas para que lo hicieran como imputados.

Mandri ha explicado que, cuando se produjo la declaración del jefe de estudios como testigo ante la Policía, se le debió interrumpir para informarle de que lo que estaba diciendo le podía perjudicar.

El letrado ha estimado que sus defendidos no deberían estar imputados porque, desde su punto de vista, los hechos no son ciertos, no han quedado acreditados y, de ser ciertos, estarían prescritos. Tanto el exdirector como el exjefe de estudios "no tenían nada que investigar" porque "no se les dijo nada" de los supuestos abusos cometidos por el profesor, ha resaltado el letrado.

El profesor Andrés Díez fue detenido el pasado 11 de febrero acusado por la Policía de ocho delitos de abusos sexuales, uno de violación y otro de exhibicionismo supuestamente cometidos desde 2006 contra alumnas de entre 12 y 17 años de ese centro y de la academia de música Melodía Siglo XXI, anexa al colegio.

El juez decretó su ingreso en prisión provisional por siete delitos de abusos sexuales, eliminando las acusaciones por violación y exhibicionismo, pero en los días siguientes la Policía ha confirmado que hay quince víctimas.

El docente ingresó el 14 de febrero en la prisión de Soto del Real, Madrid, en la que se le ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios.

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