Un forense examinará si Ortega Cano queda libre por padecer una enfermedad ''grave o incurable''

El juzgado que condenó al torero José Ortega Cano a dos años y medio de prisión por provocar un accidente de tráfico mortal ha ordenado que lo examine el forense en la cárcel, a petición de su defensa, para determinar si debe quedar libre por padecer una enfermedad "grave o incurable".

Fuentes del caso han informado a Efe de que la defensa del torero ha pedido al juzgado penal 6 de Sevilla que aplique a Ortega Cano las previsiones del artículo 80 del Código Penal, que recoge dejar en suspenso una condena en caso de que el preso sufra "una enfermedad muy grave con padecimientos incurables".

El torero ingresó el 23 de abril en la cárcel de Zuera (Zaragoza) para cumplir una condena por delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad del tráfico por provocar en mayo del 2011 un accidente cuando conducía su vehículo todoterreno, triplicando la tasa de alcoholemia autorizada, en las proximidades de su finca en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), siniestro en el que falleció el conductor del otro vehículo, Carlos Parra.

En diversos pronunciamientos, la Audiencia y la Fiscalía de Sevilla se han opuesto a que la condena quede en suspenso porque las dolencias médicas que ha alegado el torero pueden ser tratadas en cualquier cárcel de España.

Además, los tribunales se opusieron al indulto porque el condenado no ha mostrado arrepentimiento y la reparación del daño al indemnizar a la familia de la víctima no fue llevada a cabo por él mismo sino por la compañía aseguradora de su vehículo.

La defensa de Ortega Cano alegó la arritmia cardiaca que padece y el bloqueo de una arteria, con el consiguiente riesgo de sufrir la llamada muerte súbita.

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