20 años de cárcel para Santiago Mainar por el crimen de Fago

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El guarda forestal Santiago Mainar ha sido condenado por la Audiencia de Huesca a 20 años y nueve meses de prisión por el asesinato del alcalde de Fago Miguel Grima, han informado fuentes jurídicas. La sentencia, que ha tenido en cuenta la declaración inculpatoria de Mainar y las pruebas periciales, según las fuentes, también establece una indemnización de 105.000 euros para los familiares de la víctima.

El juicio por el crimen del alcalde de Fago se celebró entre los días 16 y 25 de noviembre en la Audiencia de Huesca, donde el fiscal y las acusaciones solicitaron, en sus conclusiones finales, 21 años de cárcel por asesinato, atentado y tenencia ilícita de armas.

Mainar ha sido ingresado esta semana en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza por una posible ingesta de pastillas y se desconoce cuándo podría regresar a la cárcel de Zuera. En la séptima sesión del juicio por el crimen del alcalde, los psicólogos Deborah Calvo y José María Caballero pusieron de manifiesto que Mainar tiene un trastorno psicótico no especificado con un estilo de personalidad narcisista. También destacaron que el guarda forestal es un "justiciero" y "lo paranoide" en su personalidad está "a un nivel muy alto".

En su declaración final, en la última jornada del juicio, Mainar negó que asesinara al alcalde, pero justificó el crimen y denunció una "confabulación" contra el pueblo. "Yo no he matado a nadie; pero prefiero que me acusen de dar muerte un tirano que de ampararlo políticamente, connivirlo (sic) judicialmente o resignarme como ciudadano".

El asesinato del alcalde de Fago se produjo la noche del 12 de enero de 2007 en la carretera que une las localidades de Majones y Fago, donde Mainar preparó una emboscada y le provocó la muerte con un disparo de postas que realizó con una escopeta que no ha sido encontrada. Mainar fue detenido tres semanas después por la Guardia Civil, en su granja de Fago, y se inculpó del crimen, aunque se desdijo dos días después ante el juzgado de Jaca que instruyó el caso. "Mis conversaciones con la Guardia Civil son reales y el pacto al que llegué con ellos también", dijo Mainar ante el juez para explicar su versión de que se autoinculpó para evitar que los agentes presionaran a los habitantes de Fago.

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