Dos sanitarios, ante el juez por abusar de una mujer semiinconsciente dentro de la ambulancia

Los acusados lo niegan y aseguran que la víctima sufre un trastorno mental

La Audiencia de Barcelona juzgó este martes a dos trabajadores de una ambulancia por abusar sexualmente de una mujer semiinconsciente mientras la trasladaban al hospital, para quienes la Fiscalía ha pedido siete años de prisión. Ellos han negado los hechos alegando que la víctima sufre un trastorno mental.

En el juicio, que ha quedado visto para sentencia en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona, las defensas de los trabajadores de una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) han argumentado que el informe toxicológico sobre la víctima que se hizo en los días posteriores a la supuesta agresión demuestra que había consumido unos medicamentos psiquiátricos que podían tener como efecto secundario un "brote psicótico". Por su parte, los médicos forenses que le practicaron la prueba han explicado que los análisis se hicieron tres días después de la supuesta agresión —cuando la víctima acudió al hospital— y que ello no implica que los hubiese ingerido todos ellos esa noche sino que solo se confirma que en su cuerpo había restos de los mismos.

Los hechos por los que se ha juzgado a los dos trabajadores de una ambulancia por un presunto delito de abuso sexual, ocurrieron en agosto de 2015. Según el relato de la víctima, ese día había quedado para comer con su pareja de aquel momento y también había previsto pasar la noche en su casa, pero a raíz de una discusión decidió volver a su domicilio y por eso ambos bajaron a buscar un taxi a la calle. En el camino, la mujer se desvaneció, un hecho que en el juicio ha atribuido a que ya había tomado la medicación para dormir creyendo que pernoctaría en esa casa.

La Fiscalía ha pedido en sus conclusiones finales una pena de 7 años para cada acusado

El hombre que se encontraba con ella en el momento de los hechos también ha afirmado, en calidad de testigo, que durante el día habían consumido una gran cantidad de alcohol. En aquel momento, una patrulla de los Mossos d'Esquadra pasaba por la calle y, tras detenerse y ver que la mujer no respondía a estímulos, llamó a una ambulancia.

Cuando el vehículo llegó, el trabajador que se encarga de asistir a las víctimas ha explicado que consiguió que la víctima recuperara la consciencia y que al ver que tenía las constantes vitales bajas decidieron trasladarla al hospital. La pareja de la víctima intentó acceder a la ambulancia pero, según ha explicado, no se lo permitieron y le dijeron que la trasladarían al hospital donde si podría acompañarla.

Finalmente, el vehículo se puso en movimiento pero, tal como muestra el GPS que lleva incorporado, después de unos minutos circulando se detuvo durante 14 minutos muy cerca del Hospital Sagrado Corazón de Barcelona. La mujer ha explicado que después de desmayarse recuerda haber recobrado el sentido dentro de la ambulancia y ver a dos hombres abusando de ella.

En cambio, las defensas han argumentado que detuvieron la ambulancia porque la mujer les pidió que la dejaran salir sin pasar por el hospital y que durante esos minutos la intentaron convencer de lo contrario. Ante la negativa de la mujer, los trabajadores llamaron a la central, donde les dijeron que si la víctima firmaba el alta voluntaria, podía irse, como así hizo.

Según los trabajadores, debido al estado de la mujer decidieron acercarla a casa, como dicen que "habitualmente" hacen. La mujer ha reconocido que firmó el alta voluntaria pero que lo hizo debido al estado de "tensión" en el que se encontraba, porque tan solo quería "salir del lugar".

Además, las defensas han argumentando que la víctima no mostraba ninguna lesión y que no se encontraron restos de ADN de los acusados, aunque tan solo se cogieron muestras de un de ellos. Estos argumentos no han convencido a la Fiscalía, que ha pedido en sus conclusiones finales una pena de 7 años para cada acusado.