Sánchez salva el comité federal agarrándose a la militancia socialista

Los dirigentes territoriales han renovado su autorización para que negocie, aunque advirtiéndole de que le vigilarán en corto ► Susana Díaz le ha dejado claro que la oferta de Podemos no es el camino, como tampoco limitarse a cuadrar la aritmética si se queda a expensas del apoyo de los independentistas
Pedro Sánchez, sonriente en el comité federal
photo_camera Pedro Sánchez, sonriente en el comité federal

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha logrado cruzar el rubicón del comité federal, uno de los más empinados que ha tenido que afrontar desde que dirige el partido, sacándose de la chistera la consulta a la militancia de un hipotético acuerdo de gobierno.

Al igual que en julio de 2014 las bases le auparon para tomar las riendas del partido, Sánchez ha recurrido a ellas para tratar de enderezar el barco en el que pretende navegar para llegar a ser presidente del Gobierno.

A dos días de su reunión con el Rey y de que éste determine quién debe intentar formar gobierno, Sánchez ha reafirmado este sábado su empeño en intentar la investidura si Mariano Rajoy vuelve a tirar la toalla.

Sánchez va a tratar de explorar la alianza que más simpatía despierta, como es un pacto con Podemos y Ciudadanos que daría estabilidad al gobierno progresista y reformista que anhela.

Como ya ocurriese en el comité federal del 28 de diciembre, cuando se aprobó la resolución que fija los criterios para pactar, los dirigentes territoriales han renovado su autorización para que Sánchez negocie, aunque advirtiéndole de que le vigilarán en corto.

Los dirigentes territoriales han renovado su autorización para que Sánchez negocie, aunque advirtiéndole de que le vigilarán en corto



La presidenta andaluza, Susana Díaz, le ha dejado claro que la oferta de coalición planteada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, no es el camino, como tampoco limitarse a cuadrar la aritmética si se queda a expensas del apoyo de los independentistas.

"Algunos barones han querido tensar la situación para que no haya acuerdo y que se vaya a elecciones", ha interpretado uno de los miembros del comité federal la postura defendida por Díaz y por otros barones, como el presidente asturiano, Javier Fernández.

Consciente de que tendrá que superar "todos los filtros y garantías posibles" que le imponen las federaciones críticas, Sánchez ha querido dar un golpe de efecto recurriendo a la consulta de las bases, que se pronunciarían sobre un posible acuerdo para gobernar antes de que lo refrendase el Comité Federal.

Aunque el referéndum no es vinculante, sería impensable que no fuera avalado por el máximo órgano del partido, lo que en cierto modo permite a Sánchez "saltarse a los barones" para que decida la militancia, según uno de los participantes en el cónclave.

La propuesta ha sido acogida "con más o menos entusiasmo" por los dirigentes territoriales, según ha confesado uno de ellos, consciente de que el movimiento táctico neutraliza en parte al sector crítico. "¿Quién en el PSOE se va a oponer a consultar a los afiliados?", se ha preguntado este dirigente.

El guiño de Sánchez a los afiliados pretende de paso ganarse su confianza en caso de que haya nuevas elecciones y se tenga que batir en duelo en unas primarias, bien para ser secretario general o candidato en unas nuevas elecciones.

Para sortear el comité federal, Sánchez también ha tenido que pagar el peaje de adelantar a mayo el congreso del partido, como exigían las federaciones críticas tras la propuesta de Ferraz de convocarlo en junio. Sin embargo, la dirección no ve relevante este hecho, porque en caso de haber nuevas elecciones, todo apunta a que se solaparían con el congreso, lo que obligaría a retrasarlo, o serían posteriores a la asamblea, por lo que antes habría primarias para designar al candidato.

"¿Lo más importante es la fecha o que todos estemos de acuerdo con la fecha? Lo segundo", interpretan en Ferraz para quitar hierro a una cesión que ha evitado un nuevo pulso con los detractores de Sánchez.

Después de seis intensas horas de cónclave, Sánchez ha pasado el examen, a la espera de que se le presente uno nuevo en su tortuoso camino como secretario general del PSOE.

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