Susana Díaz y Pedro Sánchez se han reencontrado este sábado en Sevilla, la ciudad que últimamente es testigo de la unidad que ambos, por encima de lo que pase en despachos cerrados, quieren exhibir en público, siempre que haya una excusa para verse ante un atril y centenares de militantes. Y hoy lo han vuelto a hacer en paz, aunque arropando a Juan Espadas, el candidato a alcalde de su partido en la capital andaluza.
Los dos han llegado a la vez al auditorio del hotel sevillano en el que se ha convocado a unas 1.500 personas para acompañar a su candidato, pero han entrado en la sala por separado, con unos diez metros por delante el presidente sobre la expresidenta, repartiendo los habituales besos y haciéndose selfis con los militantes que hacían pasillo para llegar al escenario.
Aunque no ha habido grandes gestos de uno a otro, Sánchez le ha dado las gracias a Susana Díaz nada más empezar: "Por tu compromiso con Andalucía", y ha añadido una frase para la historia: "Que sepa todo el mundo que estamos juntos".
"Antes o después esos derechos llegarán y va a ser mucho antes de lo que desea la derecha", ha asegurado Sánchez en Sevilla, en el primer acto del PSOE tras su decisión de disolver las Cortes y llamar a las urnas.
Sánchez también ha avisado este sábado a la "derecha" de este país, que "ya se ha apresurado a poner un cordón sanitario al PSOE" de cara a las elecciones generales del próximo 28 de abril, que "da igual que nos pongan un cordón sanitario", porque ese cordón sanitario "se lo van a quitar con su voto los españoles dando una mayoría rotunda" a los socialistas, en contra de la "crispación" y a favor de la "política útil".