Las discrepancias entre María San Gil y Mariano Rajoy parecen finalmente insalvables. La presidenta del PP en el País Vasco anunció este miércoles al líder de su partido que no se presentará a la reelección dentro de la formación autonómica y además dejará el grupo parlamentario de Euskadi, informaron fuentes del PP vasco.
El abandono de la que muchos consideran un "símbolo" y "referente moral" dentro del Partido -así la definió Esperanza Aguirre- evidencia que la crisis interna del partido se agudiza, y la imagen de unidad que la formación ha mantenido los últimos años se ha roto definitivamente.
De la reunión secreta que ambos celebraron en Madrid no ha salido la tregua que algunos esperaban después de que San Gil abandonase la ponencia política del XVI Congreso del PP por "diferencias de criterio fundamentales", y manifestase públicamente su falta de confianza en el líder de su partido.
Por su parte, Mariano Rajoy dijo a los periodistas a su salida del Congreso de los diputados -donde esta tarde mantuvo una reunión con miembros de la dirección del grupo popular- que "siempre he apoyado siempre a María San Gil y tome la decisión que tome, yo la seguiré apoyando".
Segundo intento de acercar posturas
El de esta mañana era el segundo encuentro entre ambos para acercar posturas, después de la conversación de hora y media que mantuvieron en un hotel de Vitoria, con la presencia de la plana mayor del PP vasco, tras acudir juntos a visitar la capilla ardiente del guardia civil asesinado por ETA en el atentado contra el cuartel de Legutiano.
Ese mismo día, San Gil advertía en rueda de prensa que no volvería a liderar su formación en Euskadi si se confirmaba el "giro" de la política de este partido y no superaba la "quiebra de confianza" que la separaba de Mariano Rajoy.
División entre los 'populares'
La presidenta del PP en el País Vasco había explicado que, a pesar de que la ponencia política contiene todos los artículos que ella defendió, fue la actitud de los otros ponentes y representantes de la dirección nacional, con los afirmó que tuvo que discutir "hasta el concepto de nación", lo que motivó su decisión de no firmar el texto.
Este lunes, la dirigente vasca consiguió adelantar el congreso regional al mes de julio, aunque con más abstenciones que apoyos -hubo 28 votos a favor, uno en contra y 32 abstenciones- una muestra de la división interna que existe también en el seno del PP en Euskadi.
