El pleno del Parlamento catalán ha rechazado este miércoles admitir a trámite el proyecto de ley de presupuestos del Govern, después de que la CUP haya unido sus votos a los de Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot y PPC, que también habían presentado enmiendas a la totalidad.
La reacción del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sido la de anunciar que se someterá a una moción de confianza después de agosto con el objetivo de dirimir si el Govern tiene "el apoyo necesario para seguir adelante con la hoja de ruta" o si, por el contrario, debe convocar nuevas elecciones.
Y es que, tras cerca de seis horas de debate en el Parlament, la CUP ha hecho efectivo su veto al proyecto presupuestario del Govern y ha dejado solo al grupo de Junts pel Sí, lo que abre una brecha entre las dos fuerzas independentistas seis meses después del acuerdo que suscribieron para hacer posible la investidura de Carles Puigdemont como presidente catalán.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ya anunció antes de la votación que el veto de la CUP a los presupuestos implica romper el acuerdo de estabilidad, aunque dijo que eso no significa el fin de la legislatura ni del proceso soberanista.
Fuentes cercanas al president certifican que el acuerdo de estabilidad entre Junts pel Sí y la CUP, por el que el mismo Puigdemont llegó a la presidencia tras la retirada de Artur Mas, está roto.
Junts pel Sí defiende su labor negociadora con la CUP, que asegura que no hubo negociación de los presupuestos, y recuerda que en total se celebraron 16 reuniones formales.
Puigdemont se someterá a una moción de confianza en el mes de septiembre
La CUP se sumó a la oposición para tumbar los presupuestos y el president de la Generalitat, que da por roto el pacto de gobierno, respondió con el anuncio de una cuestión de confianza para dirimir si tiene el apoyo para seguir adelante o convoca nuevas elecciones
