Puigdemont pacta con ERC el control de la Mesa del Parlament, pero su investidura sigue en el aire

No descarta una investidura delegada, en la que otro diputado leería el discurso de investidura del líder de JxCAT

Carles Puigdemont. ANDREU DALMAU
photo_camera Carles Puigdemont. ANDREU DALMAU

El expresident Carles Puigdemont ha acordado con ERC una mayoría independentista en la Mesa del Parlament, pero su investidura sigue en el aire porque si bien los republicanos apoyan que el cabeza de lista de Junts per Catalunya renueve el cargo telemáticamente o por delegación, su situación de huido de la justicia en Bruselas lo complica.

El presidente catalán cesado cenó este martes en Bruselas con la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y llegaron a un primer acuerdo, que ha trascendido este miércoles, que garantiza que la legislatura dé comienzo, tal como ha formalizado el decreto publicado por el BOE, el 17 de enero, descartando así la posibilidad de que la mayoría independentista bloquee el pleno de constitución del Parlament.

En cuanto a la investidura, JxCat plantea que sea telemática, a través de Skype, o bien por delegación, de tal forma que otro diputado presente en el pleno la lectura del discurso de Puigdemont, que mantiene su plan de regresar a Cataluña -donde le espera una orden de detención- una vez ya fuese investido president.

En este contexto, ERC, que entiende que le corresponde a Puigdemont ser investido, ha encargado a sus servicios jurídicos la viabilidad de estas propuestas, sin perjuicio de que los letrados del Parlament puedan hacer su propio análisis, por lo que este asunto, recalcan fuentes republicanas, no está cerrado.

Y no puede quedar cerrado porque si los partidos constitucionalistas recurren ante los tribunales cualquier lectura forzada del reglamento de la cámara, la investidura de Puigdemont puede quedar bloqueada.

JxCat y ERC sí que han cerrado un pacto en que haya una mayoría independentista en la Mesa y que ésta se traduzca en dos miembros para JxCat y dos para ERC -uno de ellos la presidencia-, mientras que Ciudadanos tendrá otros dos y el PSC uno, quedando fuera los Comunes.

Pero sigue la incógnita sobre quién estará al frente de la Mesa, pues la actual presidenta del Parlament, Carme Forcadell, aún debe comunicar si quiere repetir. Si lo rechazara debido a su situación judicial, sería ERC quien debería proponer otro candidato.

Fuentes del entorno de Forcadell han indicado que comunicará "en los próximos días" una decisión que, en parte, estará condicionada por si finalmente hay que forzar el reglamento del Parlament para una investidura a distancia de Puigdemont, habida cuenta de que Forcadell ya tiene un proceso judicial abierto en el Tribunal Supremo y una nueva causa la podría perjudicar.

Por su parte, la CUP, que forma parte de la mayoría absoluta independentista, ha admitido que no tenía conocimiento del acuerdo entre JxCat y ERC, y ha avisado de que solo apoyará a un Govern que apueste por la unilateralidad, aunque garantiza que no será "ningún obstáculo" para que se forme una Mesa de "mayoría republicana".

Pese a que JxCat ve viable la investidura a distancia porque considera que el reglamento del Parlament no prohíbe de forma explícita esta opción, la oposición al soberanismo lo rechaza de plano.

El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha advertido de que los constitucionalistas tomarán las decisiones necesarias para impedir que los independentistas vuelvan a "retorcer" el reglamento del Parlament y las leyes, para lo que cuenta con el PSC y Ciudadanos.

Por su parte, la líder de Cs en Cataluña, Inés Arrimadas, ha alertado hoy que un presidente catalán "holograma o por Skype (...) degradaría todavía más la imagen" del Parlament.

El secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, ha instado a Puigdemont a dar "un paso al lado" como ha hecho Artur Mas y ha advertido de que los socialistas se opondrán "por todos los medios" a una investidura telemática, porque "Cataluña no merece un presidente por Skype".

Otra de las incógnitas es cómo podrían votar los diputados electos que están en Bruselas o en prisión, que tiene de plazo hasta el día antes del pleno de constitución para presentar sus credenciales.

En ámbitos soberanistas sigue el debate sobre si algunos de los que no puedan acudir el día 17 deberían renunciar a ser diputados para que corra lista y asegurar la votación de la Mesa, sin necesidad de contar con los Comunes.

En este sentido, la defensa del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, que ERC quiere que repita en el cargo, ha pedido al Tribunal Supremo (TS) que le traslade a una prisión catalana y le permita salir para asistir al pleno de constitución del Parlament y al de investidura, de forma que su encarcelamiento no altere las "mayorías" de la cámara.

En este contexto, se baraja la posibilidad de que la republicana Marta Rovira se convierta en 'consellera primera' si Junqueras puede acceder a la vicepresidencia y éste siguiese en prisión, ya que sería necesario un dirigente para gestionar el día a día de la Generalitat. 
 

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