El PP cierra un pacto para hacer fracasar la moción de censura en Murcia

El Partido Popular ha logrado convencer a tres de los seis diputados de Cs en la Asamblea murciana, Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez
Fernando López Miras. EFE
photo_camera Fernando López Miras. EFE

Semana de montaña rusa para Pablo Casado. En tres días el presidente del PP ha visto sacudido su liderazgo por una moción de censura en Murcia, ha pisado el acelerador subido al bólido del adelanto electoral en Madrid y ha terminado apuntándose una victoria que descoloca a Cs. Casado ha salvado in extremis el Gobierno de Fernando López Miras, atrayendo para sí a tres diputados de Ciudadanos que evitan que prospere la moción con el PSOE. También salva su liderazgo, con un condicionante: el resultado que logre Ayuso en Madrid. 

El PP ha asegurado que ha llegado a un acuerdo con tres de los seis diputados de Ciudadanos en la Asamblea de Murcia para impedir el triunfo de la moción de censura del PSOE y Cs contra el presidente regional del PP, Fernando López Miras, acuerdo que en un principio negó la dirección de la formación naranja en Madrid, para pasar posteriormente a hablar de un nuevo "tamayazo", en alusión al caso de transfuguismo que se dio en Madrid en 2003 cuando dos diputados socialistas impidieron con su abstención la investidura del candidato del PSOE Rafael Simancas.  Fuentes del PP aseguraron que el pacto para hacer fracasar esa moción es firme y que la moción de censura ya no cuenta con apoyos suficientes para salir adelante.

El PP considera que el secretario general del PP, Teodoro García Egea sale "reforzado" tras haber pilotado las negociaciones para frustrar la moción de censura presentada por Ciudadanos y el PSOE en Murcia, al tiempo que rechaza de plano que pueda hablarse de "transfuguismo" o "tamayazo" en este caso, según han señalado a Europa Press fuentes populares'. 

El PSOE y Cs han acusado al PP de intentar "comprar" a los diputados del partido naranja para que impedir que prospere la moción presentada contra el presidente 'popular', Fernando López Miras. "`Vuelven a hacerlo! El PP de Murcia está perpetrando un Tamayazo en vivo y en directo. Un gobierno atravesado por la corrupción se revuelve con una práctica mafiosa: la compra de voluntades y el transfuguismo. Este es el PP de Casado", ha denunciado el PSOE en su cuenta oficial de Twitter. 

De la misma manera, la propia candidata a la presidencia de Murcia de la moción de Ciudadanos y PSOE, Ana Martínez Vidal, ha hablado en la misma red social de "ataque e intento de compra y corrupción de un PP más viejo que nunca".  Sin embargo, la dirección nacional del PP rechaza de plano esas acusaciones de PSOE y Cs y explican que "no son diputados que pasan al Partido Popular" sino que se trata de un Gobierno "en continuidad" porque ya formaban parte del Ejecutivo autonómico. Según subrayan, "solo se ha ido la persona que quería reventarlo", en alusión a Vidal. 

"No son tránsfugas ni es tamayazo. Ya estaban dentro del Gobierno", insisten fuentes de la cúpula del PP. Según argumentan, Ciudadanos firmó una moción de censura contra su propio partido que estaba en el Gobierno, lo que demuestra que a los promotores de esa moción "solo le importan los sillones y no la estabilidad del Gobierno de Murcia". 

Fuentes del PP sitúan buena parte del origen del problema de Vidal, que, a su juicio, quería ser presidenta a toda costa, y reprochan a la líder de Cs, Inés Arrimadas, que no haya escuchado otras voces de su partido, que apostaban por la continuidad del Gobierno con López Miras. 

El PP ha logrado convencer a tres de los seis diputados de Cs en la Asamblea de Murcia, Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez. López Miras ha confirmado que incluirá a los tres parlamentarios disidentes de Ciudadanos en el Gobierno regional. 

Franco, vicepresidenta en el Gobierno murciano que ha comparecido junto a López Miras, ha asegurado que firmó la moción por "disciplina de partido" pero que la ve "inoportuna" e "infundada". "No me eligieron para traicionar a los murcianos por ambiciones personales", ha aseverado. 

Cs expulsa a los tres diputados que frustran la moción de censura en Murcia
La coordinadora de Cs en la Región de Murcia, Ana Martínez Vidal, ha dicho este viernes que se expulsa del partido a los tres diputados autonómicos nombrados consejeros por el presidente de Murcia, Fernando López Miras, y que dan al traste con la moción de censura con el PSOE, que se debatirá en la Asamblea Regional. "Cada uno de los 45 diputados tendremos que decidir entre corrupción o dignidad, una dignidad que para algunos", Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez, nombrados consejeros naranjas, "tiene un precio: 76.000 euros anuales y un chófer en la puerta", ha señalado Martínez Vidal en una comparecencia sin preguntas en su sede.

Según sus palabras, los seis diputados de Cs en el Parlamento murciano firmaron la moción de censura el martes por la noche libre y voluntariamente, en una reunión de más de dos horas en la que cada uno pudo expresar lo que pensaba y ninguno manifestó estar en contra de la moción. "Al contrario, comprometieron su voto a favor y durante dos días han ratificado constantemente esa voluntad. Los que hoy han dado este paso tendrán que retratarse ante todos y ante la palabra dada. Nuestros afiliados y votantes sienten vergüenza ante esta subasta de voluntades", ha dicho.

Ha desvelado que son sus concejales en el Ayuntamiento de Murcia y los tres diputados regionales que quedan en el partido -Juan José Molina, portavoz del grupo parlamentario; y Alberto Castillo, presidente de la Cámara; y ella- los que cuentan desde este jueves con protección policial del Ministerio del Interior ante posibles escraches. "El seguimiento, las amenazas y el acoso a Cs en esta región es el triste resultado de luchar y denunciar la corrupción", pero "si los corruptos creen que van a intimidar a aquellos que realmente somos de Cs, se equivocan. Seguiremos luchando, con más fuerza que nunca, pensando siempre en lo mejor para todos los ciudadanos", ha añadido.

En su opinión, "hemos asistido al mayor caso de corrupción política en una región asolada por 26 años de Gobierno de un PP que ha hecho de esa corrupción una forma de entender la política". Cs nació para combatirla y lo hará "hasta la extenuación, venga de donde venga" y se sumó al Gobierno de coalición con el PP "con la esperanza de propiciar un cambio en ese modo de entender la política y la gestión pública, pero ha sido imposible: nos han robado esa posibilidad", ha afirmado. 

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