Miguel Otero Iglesias ►Miembro del comité de expertos asesor del Gobierno para el plan de desescalada

"El plan del Gobierno respeta la filosofía que hemos marcado desde el grupo de expertos"

Es especialista en Economía Política y uno de los mayores expertos europeos en China, motivo por el que el Gobierno lo incluyó en el grupo que elaboró las recomendaciones para el plan de desescalada. Con raíces lucenses en Abadín, esta es la primera entrevista que concede, aunque todavía bajo la ley de secretos oficiales
 
Miguel Otero (1)
photo_camera Miguel Otero, mientra imparte una clase.

MIGUEL OTERO IGLESIAS estaba acostumbrado a mantener contactos con miembros del Gobierno español y de la Comisión Europea por su trabajo como investigador principal del Real Instituto Elcano, profesor en el Instituto Empresa o su labor en el Instituto UE-Asia de la Escuela de Negocios Essca de París. Los estudios y análisis de este investigador de orígenes lucenses (sus padres son de Abadín, aunque emigraron a Suiza, donde él nació) sobre el euro y las relaciones financieras internacionales ya eran tenidos en cuenta en muchos foros especializados, aunque ha sido su conocimiento de China lo que lo ha sentado a la mesa del comité de sabios que el Gobierno español reunió para que diseñase las líneas maestras del plan de desescalada del confinamiento. 

Para conceder esta entrevista tuvo que solicitar permiso especial y rechazar preguntas sobre determinados temas, como los detalles de la elaboración del propio plan, pero su cercanía a determinadas claves compensa las lagunas que puedan quedar. 

CHINA► "Está intentando crear una contranarrativa con teorías difíciles de creer sobre los orígenes del virus"

¿Cómo es eso de recibir la llamada del Gobierno para integrarse en algo tan importante como esa comisión de expertos? 
Bueno, al estar trabajando en el Instituto Elcano, este tiene un patronato en el que están cuatro ministerios y ya estamos en contacto con gente del Gobierno constantemente. Y no solo del Gobierno español, sino también de la Comisión Europea. Constantemente nos piden valoraciones y análisis, y al final esta llamada es un poco consecuencia de un trabajo de muchos años sobre estos temas. La llamada fue consecuencia de eso. Fue un encargo muy específico en un momento de crisis nacional. 

Sí, un encargo por su conocimiento de China, pero supongo que la presión sube un par de peldaños, porque los informes que va a escribir van a influir directamente en la vida de las personas
Para todos nosotros ha sido la tarea de mayor responsabilidad que hemos hecho jamás. 

UNIÓN EUROPEA► "En Europa siempre se pide demasiado de la UE. Quienes tienen que resolver esta crisis para España son los españoles"

¿A la vista del plan que aprobó el Gobierno, creen que su trabajo ha valido la pena?
Operamos ahora bajo la ley de secreto oficial, pero lo que sí puedo decir es que hay diferentes modelos. Uno es en el que al principio de la crisis se publican los nombres del comité de expertos: ahí la presión es mayor, porque imagina que hace un mes se saca la lista como se hizo ahora; hubiese sido a lo mejor más transparente, mejor porque todo el mundo sabría que había ahí unos expertos, pero para nosotros peor, porque estaríamos con mucha más presión. Después está el tema de si se publican o no los informes:  volvemos a lo mismo, en aras de la transparencia sería mejor, pero como la responsabilidad última es del político, es mejor que quede por el momento bajo el secreto oficial. Lo que sí le puedo decir, y esto es simplemente lo único que quiero que salga, es que nuestra filosofía, el concepto, en el tema de si salimos del confinamiento por fechas o no, se ha visto reflejado. Es decir, la filosofía, las líneas maestras de lo que nosotros como grupo en general presentamos, eso lo tiene la sociedad ahora mismo en sus televisiones, en los periódicos... La idea de la asimetría, de la gradualidad, de los indicadores. Creo que en general el grupo está satisfecho de que el Gobierno haya adoptado nuestras propuestas.

Lo importante es que esto es un plan, pero es mejorable y hay que mejorarlo entre todos. Esto nadie lo ha hecho antes, es navegar por aguas desconocidas, con muchos iceberg... Lo importante es ir con cautela porque el daño al barco será menor. Esto tendrá que avanzar un poco en función de cómo vayamos evolucionando. Si al final hay nuevos brotes, hay que volver a replegarse, hay que dar marcha atrás. Y todo esto también está recogido en el plan.

Su función fue analizar cómo lo hizo China en cada momento. ¿Cuál está siendo la evolución allí?
Hay un artículo, ‘El martillo y la danza, de Tomás Pueyo, en el que explica que al principio hay que aplicar el martillo, que era el confinamiento duro y sacarle el oxígeno, prácticamente, al virus. China en eso ha sido muy contundente, porque tenía la experiencia del SARS y pensaba que podía hacer lo mismo. Pero ahora estamos viendo que sigue habiendo nuevos brotes, positivos de fuera, y hay alguna ciudad que está otra vez confinada. Siguen intentándolo, pero ya se han dado cuenta de no va a ser como con el SARS, va a ser imposible matar el virus porque está en todo el mundo. Ahora China tiene que cambiar de estrategia. Está intentando meditar cómo va a hacer con los viajes, con los vuelos, hablar con Corea del Sur, con Japón... para ver cómo pueden reactivar otra vez la conexión con otros países, el movimiento de personas, quizás en algún momento el turismo, quizás de una manera controlada y a llegar a esa nueva normalidad, que en realidad va a ser un nuevo mundo. 

¿A eso es a lo que tendremos que ir todos, va China por delante?
Bueno, cada modelo es diferente. Por ejemplo Suecia lo ha abordado de una manera casi totalmente opuesta y estamos viendo que lo bueno es que hubiese diferentes estrategias a la hora de salir, porque esto es un virus nuevo, del que desconocemos muchas cosas. Hay que experimentar y probar y lo importante es saber rectificar cuando lo haya que hacer. 

¿Cuánto nos ha contado China de verdad y cuánto de mentira? 
Bueno, siempre se dice que en una guerra la primera víctima es la verdad. La primera reacción es no alarmar, y creo que la reacción de China fue un poco por ahí. No alarmar, intentar tapar, no darle el nivel de gravedad a lo que estaba pasando. En muchas otras sociedades ocurrió lo mismo: no vamos a parar el fútbol, no vamos a parar los carnavales... Esto se repitió en muchos países, el temor a tomar decisiones realmente drásticas. Y luego creo que China en general ha intentado maquillar un poco cuándo lo sabían, cómo lo sabían. Lógicamente se vio en una vorágine tremenda y ahora está intentando crear una contranarrativa, con teorías difíciles de creer, y en muchos casos está siendo contraproducente, de los orígenes del virus. 

Otra de sus especialidades es la Unión Monetaria. ¿Qué Unión Europea cree que va a salir de esta crisis, va a estar a la altura del desafío al que nos enfrentamos?
Tenemos que ponernos las pilas. Yo creo que en Europa siempre se pide demasiado de la UE. Y este país es un claro ejemplo. Al final, quienes van a resolver esta crisis para España van a ser los españoles. Europa puede aportar, puede ayudar, pero esta cosa de que al final necesitamos que Europa nos resuelva nuestros problemas... Nuestros problemas son internos, nunca vamos a aceptar que venga alguien de Bruselas y nos diga cómo tenemos que reformar nuestra educación, el sistema de pensiones o nuestro mercado laboral... Muchas veces se le pide a la UE lo que no nos puede dar, 
Plan porque para empezar no tiene la competencia en esos temas. Sí, se pueden mirar tácticas, se puede pedir ayuda financiera, porque el BCE siempre va a ser un paraguas que muchos países del mundo querrían tener, pero al final tú vas a tener que resolver los problemas que tienes en casa. Hay que decir también que, a diferencia de la crisis anterior, en esta se ha actuado bastante rápido. El BCE ha sacado toda la artillería que tiene, en tiempo récord se ha llegado también a un Mede, el mecanismo de estabilidad financiera que antes no lo teníamos, y se puede pedir un dos por ciento del PIB, que no es nada pequeño. Pero pensar que 27 países van a ponerse de acuerdo en cinco semanas en resolver los problemas de cada uno de esos países, parece injusto en cuanto a lo que se le pide a la UE. El hecho de que ahora se esté pensando en crear un fondo de recuperación europeo ya demuestra que seguimos avanzando en esa idea de que la solidaridad es importante, pero que tiene que venir con responsabilidad. Porque al final, nadie te va a dar el dinero gratis. Los que piensan que si hubiese coronabonos no habría condicionalidad no sé en que mundo viven. 

Raíces en Lugo 
"Continúo siendo muy fan de ir a comer el pulpo a Castro"

Miguel OteroPese a que nació en Suiza, su relación con Lugo siempre fue muy fuerte. ¿La sigue manteniendo? 
Sí. Mi padre nació en A Graña y mi madre en Seivane, en Vilarente. Dos aldeas una al lado de la otra en el municipio de Abadín, aunque ellos se marcharon a Suiza de jóvenes. Cuando volvieron en 1994 decidieron asentarse en A Coruña, que es donde viven, aunque mantienen la casa en Vilarente y acudimos a las fiestas en verano y a visitar a la familia a Abadín. Y es verdad que somos unos grandes fans de comer el pulpo en la feria de Castro, los miércoles. Siempre que podemos hacemos los 100 kilómetros para ir allí a comer. 

Además, mi madrina es la dueña de la Panadería Iglesias de Abadín, por lo que vamos mucho también al pueblo. Cuando era pequeño veníamos mucho de vacaciones. Ya sabe, por la emigración, veníamos con mucha ilusión a Galicia. De hecho, los veranos de mi infancia los pasé en Seivane. Los primeros trabajos que hice fue ir a repartir el pan con mi padrino, desde Abadín hasta Foz, pasando por Mondoñedo. Son recuerdos que tengo de esa época. 

RECUERDOS► "Los primeros trabajos que hice fue repartir el pan con mi padrino desde Abadín hasta Foz, pasando por Mondoñedo"

¿Cree que este verano podrá volver a Abadín? 
Todo el mundo me lo está preguntando estos días y la verdad es que no se puede decir. Todo dependerá de cómo evolucione el virus y cómo nos comportemos. Está en nuestro poder el hacer algunas cosas que antes hacíamos de una manera diferente, pero dependerá de esa evolución. El movimiento interprovincial es una de las últimas fases y eso significa que vamos a tener que convivir con el virus sin que vuelva a pegarnos duro y eso dependerá del distanciamiento social y del comportamiento de la gente. 

¿Cuál es su sensación, qué cree que va a salir de todo esto, un mundo más solidario o uno más egoísta? ¿Qué le dice el cuerpo, eso que no pondría en un informe?
La intuición es un elemento importante en el análisis del futuro, porque lógicamente nadie sabe lo que va a pasar en un futuro. Puedes usar diferentes metodologías e instrumentos para intentar en tender un poco el futuro, pero al final la intuición es algo que vas a utilizar. Al final, mi sensación es que esto va a ser una lección, un choque más a la hora de entender que la humanidad se enfrenta a algo muy potente, y que si no se une, está perdida. 

¿Lo vamos a entender?
Imagínese en el siglo XV o XVI en un pueblo perdido del noroeste de Inglaterra si alguien le hubiera dicho que 200 años más tarde llegarían a ser un estado-nación, con una educación que sería nacional, con una lengua común para todos, con una capacidad de llegar a todas las esquinas del mundo y controlar todos los mares del mundo... Esa persona le diría que está loco, que eso nunca iba a pasar. El mundo hoy es mucho más pequeño que la Inglaterra del siglo XVI. No sé cuán rápido va a ser esa evolución hacia una comunidad más global, a pesar de todas las tensiones y conflictos, pero sí que creo que la evolución de la humanidad, y sobre todo con el cambio climático y otras circunstancias que puedan pasar, va a hacer que como especie tengamos que unirnos, porque si no nos queda la destrucción. Antes hablábamos de la intuición y uno de los sentimientos más potentes del ser humano es el instinto de supervivencia. Entonces yo no sé cuándo va a ocurrir, no pongo un espacio temporal, pero la evolución va hacia eso.

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