Piden retirar las mascarillas FFP2 con grafeno si se comprueba su toxicidad

El Gobierno del País Vasco ya ha decidido cesar en su distribución por "precaución"
Una farmacéutica muestra una mascarilla FFP2. VICTORIA RODRÍGUEZ (AEP)
photo_camera Una farmacéutica muestra una mascarilla FFP2. VICTORIA RODRÍGUEZ (AEP)

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha pedido al Ministerio de Sanidad que compruebe la potencial toxicidad de mascarillas FPP2 con grafeno usadas en centros sanitarios y proceda a su retirada, después de que Castilla y León paralizara la distribución de varios lotes, que, según el sindicato, se han detectado también en Madrid y Sevilla.

En un comunicado, el sindicato detalla que el grafeno es un material compuesto por átomos de carbono de uso industrial presentes en mascarillas de uso sanitario usadas en centros españoles, aunque "por el momento no se ha detectado ningún efecto adverso" por su utilización.

CSIF destaca que el servicio de Salud de Castilla y León ha informado de que la Agencia del Medicamento está evaluando una alerta procedente de Canadá (donde se ha paralizado la distribución) sobre unas mascarillas de la marca Shenquan que contienen este componente.

Según el sindicato, el pasado lunes estas mascarillas se estaban usando en numerosos servicios hospitalarios y de Atención Primaria de Ávila, León, Palencia, Segovia o Valladolid.

El sindicato asegura que también ha detectado este producto en centros de salud de Sevilla, así como en el hospital Infanta Sofía

Además, "en la tarde del miércoles se utilizaban en el hospital Río Hortega de Valladolid en los servicios de urgencias, pediatría y trasplante hepático, así como por la mañana se usaron en neumología o digestivo".

El sindicato asegura que también ha detectado este producto en centros de salud de Sevilla, así como en el hospital Infanta Sofía, entre otros, y reclama a Sanidad que informe "adecuadamente y con transparencia" de los riesgos reales demostrados, centros donde se ha distribuido, marca y tipo de mascarilla por la que se ha sustituido.

También reclama que se proceda a vigilar de la salud a todas las personas trabajadoras que hayan usado estas mascarillas "con una escrupulosa valoración del aparato respiratorio".

PAÍS VASCO. El Gobierno vasco ha retirado "por precaución" unas mascarillas que contienen grafeno y que hasta ahora se distribuían entre el personal de diferentes organismos públicos, entre ellos docentes, ertzainas y sanitarios, al menos hasta que concluyan las investigaciones sobre los potenciales riesgos de este componente. 

Cuando la AEMPS se posicione Osakidetza decidirá si deben ser utilizadas de nuevo o definitivamente retiradas

El Servicio Vasco de Salud -Osakidetza- ha confirmado a Efe que ha procedido a la retirada de estas mascarillas y ha ordenado el "cese de su utilización y distribución". 

Esta decisión se ha adoptado después de que Osakidetza haya recibido una notificación del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria del Ministerio de Sanidad con relación a una alerta de las autoridades sanitarias de Canadá relativa a las mascarillas que contienen grafeno. 

Según las fuentes, el Ministerio ha trasladado esta notificación a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para su valoración aunque de momento no se conoce un pronunciamiento de este organismo. 

Cuando la AEMPS se posicione Osakidetza decidirá si deben ser utilizadas de nuevo o definitivamente retiradas. 

Los dos tipos de mascarillas son utilizados habitualmente por trabajadores de varios organismos públicos

Las mascarillas retiradas por el Gobierno Vasco son de dos tipos: la quirúrgica IIR, desechable de grafeno y biomasa, del fabricante Shandong Shengquan, distribuida por Amevisa S.A.U., y la FFP2 Healfiber, del mismo fabricante, que provee Iturri S.A.. 

Osakidetza ha insistido en que esta medida está basada en la "precaución" y pone de manifiesto que los sistemas de alerta funcionan. 

Los dos tipos de mascarillas son utilizados habitualmente por trabajadores de varios organismos públicos ya que el Gobierno Vasco adquiere este material de protección mediante compras centralizadas y también afecta a otras instituciones de Euskadi, a las que también se ha alertado de la decisión. 

Otras fuentes del Servicio Vasco de Salud han asegurado que sobre el grafeno "no hay evidencias ni estudios científicos claros que demuestren su peligrosidad ni tampoco si existe riesgo para la salud", por lo que habrá que esperar hasta que se complete una evaluación científica exhaustiva sobre dicho componente. 

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