Piden 180 años de cárcel para un entrenador de fútbol por agresiones sexuales a menores

Los buscaba en redes sociales y, tras hacerse pasar por una chica, los acosaba para que le enviaran imágenes desnudos

Ciudad de la Justicia de Málaga. GOOGLEMAPS
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Un entrenador de fútbol base se enfrentará a una petición de 180 años de prisión de la Fiscalía de Málaga por presuntos abusos, pornografía infantil y agresiones sexuales a una treintena de menores a los que buscaba en redes sociales. Se hacía pasar por una chica y los acosaba para que le enviaran fotos desnudos.

El procesado se enfrenta a una condena por un delito continuado de distribución y tenencia de pornografía infantil y por otros 22 delitos, de los que once son de agresión sexual a menores de 16 años, según el escrito acusatorio, al que ha tenido acceso Efe.

También se le acusa de otros dos delitos de agresión sexual con acceso carnal, tres de abuso con prevalimiento, uno de exhibición de actos sexuales a menores de 16 años, tres delitos de acoso a través de telecomunicaciones y dos de exhibicionismo.

Todos estos delitos se habrían cometido entre 2013 y 2018 con menores con edades comprendidas entre los 9 y 15 años. Aunque hay treinta afectados por las acciones del entrenador, algunos de sus hechos no constituyen delito.

Se le atribuyen delitos de agresión sexual, abusos, exhibicionismo y distribución y tenencia de pornografía infantil

El encausado trabajaba para varias entidades deportivas: en una como entrenador de la categoría alevines —cuyas edades oscilan de 12 a 16 años—; en otra como secretario, con acceso al ordenador que contiene todas las fichas de los menores, y además para una empresa de ropa deportiva.

En el relato acusatorio se señala que el acusado seleccionaba a menores que conocía del fútbol y los buscaba posteriormente en las redes sociales, ocultando su identidad bajo el nombre de una chica, y contactaba con ellos. Tras crear confianza con los perfiles de una chica, les remitía fotos de ella desnuda y los inducía a que ellos también lo hicieran.

Posteriormente, los amenazaba con publicar esas fotos si no le mandaban imágenes o vídeos con actos sexuales o con desnudos. El fiscal señala que a los menores mas reacios a obedecer, una vez obtenía alguna foto comprometida, el procesado les decía que se la enviaría a terceras personas si no le mostraban sus partes íntimas o hacían vídeos en directo.

En otras ocasiones, conseguía la contraseña del perfil de un menor para convencer a otros e incluso llegó a remitir fotos íntimas de menores a otros, jugadores de fútbol y compañeros, por no haber cumplido lo que les ordenaba.