Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el Pequeño Nicolás, ha asegurado en el juicio en el que está acusado de liderar una mafia con policías que supo que iba ser detenido un mes antes de que se produjese su arresto, ya que le avisaron el exministro Miguel Ángel Moratinos y el exsecretario de las infantas Carlos García Revenga.
La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado la cuarta sesión del juicio a Gómez Iglesias y a los otros cinco acusados de integrar una trama en la que supuestamente el joven pagaba a los agentes y al cargo municipal para conseguir datos reservados, como matrículas, que luego usaba para hacerse pasar por miembro del Gobierno.
Junto al Pequeño Nicolás se sientan en el banquillo tres policías municipales de Madrid, un guardia civil que estaba entonces en la Casa Real y el que era coordinador de Seguridad del Consistorio madrileño, Emilio García Grande. Sin embargo uno de los agentes municipales, J.L.G.C., ha quedado exonerado al retirar la acusación que mantenían contra él el Ayuntamiento y la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU), ya que la Fiscalía no le acusaba.
La Fiscalía ha mantenido su petición de penas, entre ellas 9 años y 9 meses para el Pequeño Nicolás, en tanto que las defensas piden la absolución para los acusados, con la atenuante de dilaciones indebidas y, en el caso del Pequeño Nicolás, por alteración psíquica.
Francisco Nicolás Gómez Iglesias se ha negado a contestar a preguntas sobre el chat en el que supuestamente organizaba la trama con los agentes, ya que esa prueba está impugnada al entender que se vulneraron sus derechos fundamentales. Ha explicado que un mes antes de ser detenido (el 14 de octubre de 2014), le avisaron de su detención Moratinos y García Revenga, que le dijeron que su teléfono no era seguro, que iban detrás de él las fuerzas y cuerpos de seguridad y que se centrara en sus estudios.
En la vista ha declarado una psiquiatra, jefa de unidad en el hospital Clínico de Madrid, que trató a Gómez Iglesias durante tres años y que le diagnosticó un "trastorno mixto de personalidad con rasgos narcisistas, inmaduros y disociales", además de "una reacción adaptativa ansioso-depresiva". Eso "influye en su forma de ver el mundo, pero no es un trastorno psicótico que le impida entender la realidad".
La Asociación de Policía Municipal Unificada y el Ayuntamiento retiran su acusación contra un agente local
Los dos policías municipales para los que la Fiscalía pide una mayor pena —Jorge G.H. y Felipe G.H.— han explicado que como miembros del servicio de escoltas del Ayuntamiento vieron al joven en "multitud de actos", que se lo presentaron miembros del PP diciendo que era un "crack", pero han negado que consultasen matrículas para él.
El excoordinador de Seguridad del Ayuntamiento Emilio García Grande ha dicho que lo único que hizo en una ocasión fue atender una llamada del Pequeño Nicolás, en la que decía que le seguía un vehículo, por lo que consultó la matrícula con uno de los agentes, quien le dijo que no era un coche del Consistorio, lo que él se limitó a reportar al joven, sin dar ningún detalle más. Sobre la anotación en un papel que pone "5.000" junto a su nombre, García Grande ha argumentado que es "inexplicable", ya que nunca cobró nada de ese joven ni de nadie.
El guardia civil Francisco J.S.L. ha explicado que siempre creyó que el Pequeño Nicolás "era un compañero", ya que le enseñó una placa y además lo veía en actos oficiales en zonas reservadas.
