Otegi se niega a condenar a ETA ante la Audiencia Nacional

La Audiencia Nacional desde este miércoles por la mañana al ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi por un delito de enaltecimiento del terrorismo por su participación en el 2005 en un acto de homenaje al preso etarra José María Sagarduy. La fiscalía pide para él 18 meses de prisión. Es la primera de las cuatro causas que Otegi tiene pendientes y está previsto que el juicio se prolongue hasta el viernes.

La Audiencia ha decretado además una orden de busca y captura contra Jon Enparantza y Estanislao Etxaburu, otros dos de los acusados que debían ser juzgados junto con el dirigente de Batasuna. Ambos anticiparon en Hernani (Guipúzcoa) que no comparecerían en la vista de forma voluntaria, por lo que la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia ha dictado una orden para que sean detenidos, aunque el juicio ha comenzado sin la presencia de estos acusados, como han solicitado la Fiscalía y las acusaciones. La fiscalía pide 15 meses de prisión para estos dos procesados y para Itziar Galardi por su participación en el acto.

Además, Otegi se encuentra desde el pasado lunes en huelga de hambre, según ha revelado su abogada, Jone Goirizelaia, quien ha pedido al tribunal que de una botella de agua al acusado. Otegi sigue así las directrices de la banda terrorista ETA que ha querido dar un golpe de autoridad ante las contínuas disidencias públicas que vive el colectivo de presos de la organización.

En sus primeras declaraciones, a preguntas de su abogada, Otegi ha reiterado su filiación a la denominada izquierda abertzale "hasta que me queden fuerzas y vida" y ha asegurado que en los próximos días se harán públicas las conclusiones del debate que se ha producido en el seno de la misma tras las declaraciones de Alsasua/Venecia. Otegi ha asegurado que hace suyas tanto la declaración como las conclusiones.

Al término de su declaración, la presidenta del tribunal, la magistrada Ángela Murillo, se dirigió a Otegi y le ha preguntado: "¿Condena usted rotundamente la violencia de ETA?". "No voy a contestar", fue la única respuesta del ex portavoz de Batasuna, a lo que la magistrada Murillo ha espetado "ya sabía que no iba a contestar".

Homenaje
El homenaje por el que Otegi se sienta en el banquillo se celebró el 9 de julio de 2005 en el Parque Zelaieta de Amorebieta. Sagarduy fue condenado a 69 años de cárcel por el homicidio en 1978 del jefe carlista José María Arrizabalaga y otros delitos terroristas, y es el preso etarra que más tiempo lleva en prisión, casi 29 años y seis meses.

El acto, que estaba presidido por una gran fotografía del homenajeado, fue convocado mediante un anuncio publicado en el diario Gara en el que aparecían los anagramas de Batasuna, Askatasuna y Gestoras Pro Amnistía. Según el escrito de conclusiones provisionales de la fiscal, Otegi, encarcelado desde el 16 de octubre por intentar recomponer Batasuna bajo el paraguas de ETA, comparó a Sagarduy con el Nobel de la Paz Nelson Mandela y se refirió al colectivo de presos como "luchadores vascos".

Otras tres causas pendientes
El pasado lunes, el juez Baltasar Garzón procesó a Otegi y al también dirigente de Batasuna Rafael Díez Usabiaga por pertenencia a banda terrorista por su vinculación con Bateragune, la última reactivación de la formación ilegalizada de la izquierda abertzale que fue desarticulada el pasado mes de octubre. Por este delito puede ser condenado a penas de entre 10 y 15 años de prisión

Otegi tiene además pendiente otra causa junto con Joseba Permach y Joseba Álvarez, quienes se enfrentan a 18 meses de cárcel y 12 de inhabilitación por participar en el mitin de Anoeta, en noviembre de 2004, para anunciar su programa político.

La causa más grave que el ex portavoz de la formación ilegalizada tiene pendiente es el sumario 35/02, conocido como el de Batasuna. Se le acusa de pertenencia a banda terrorista en grado de dirigente y la pena a la que se enfrenta es de entre 10 y 15 años de prisión. Otegi será juzgado junto con otros 40 responsables de la formación y tanto el juez como la fiscalía coinciden en que constituían una estructura controlada por ETA.

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