Una observadora del 1-O asegura que cobró 8.000 euros del Diplocat

El testimonio de  la política neozelandesa Helena Catt daría cobertura para justificar el delito de malversación

Los fiscales Javier Zaragoza y Consuelo Madrigal, en la sesión de este miércoles del juicio del 'procés'. TRIBUNAL SUPREMO
photo_camera Los fiscales Javier Zaragoza y Consuelo Madrigal, en la sesión de este miércoles del juicio del 'procés'. TRIBUNAL SUPREMO

Dos integrantes de delegaciones que viajaron a Cataluña el 1-O han negado ser observadores internacionales que tratasen de validar los resultados, aunque una ha admitido que elDiplocat, financiado por la Generalitat, corrió con los gastos de los salarios y las dietas de los 12 miembros de su equipo.

En la jornada de este miércoles, el Tribunal Supremo se ha adentrado en la supuesta internacionalización del procés, sustentada en parte por la llegada de expertos que la Fiscalía considera "observadores internacionales", que fueron pagados con dinero público, lo que daría cobertura para justificar el delito de malversación.

Pero tanto el exparlamentario regional alemán Bernhard von Grünberg como la política neozelandesa Helena Catt, pertenecientes a dos grupos diferentes que actuaron el 1-O como supuestos observadores, han querido dejar claro que su misiones "no eran en absoluto" la de observación o validación de la votación, pese a que el Govern de Carles Puigdemont los presentó así ante la prensa.

El primero ha explicado que su grupo se limitó a asistir "sin partidismo", por su "mero interés político y personal", en el proceso entre Cataluña y España, mientras que Catt, que fue una de las observadoras acreditadas por la Sindicatura Electoral de Cataluña y lideró el Election Expert Research Team, ha afirmado que su objetivo era "elaborar una investigación sobre el contexto catalán". Con todo, han reconocido que fue el referéndum lo que motivó su interés por contactar con el Diplocat para viajar a Cataluña.

De hecho, el alemán se desplazó dos días antes a Barcelona, donde fue testigo de lo sucedido en varios centros electorales junto a un grupo de parlamentarios europeos que asistió por iniciativa propia. Mientras, la neozelandesa llegó el 4 de septiembre y pasó más de un mes con un equipo de 12 personas, alguna de los cuales estaban en Cataluña desde julio y agosto, aunque ella no sabe lo que ocurrió el 20-S, a pesar de que su trabajo se centraba en observar los eventos más importantes y destacables que ocurrieran en ese tiempo.

Y aunque el político alemán ha destacado que siempre dejó claro al Diplocat que para él "era muy importante sufragar los costes a título personal" para mantener su independencia, Helena Catt sí que ha reconocido que el organismo pagó todos los gastos de salarios y dietas, lo que contradice la versión del exjefe de Diplocat Albert Royo, que limitó los pagos a las dietas y nada dijo de honorarios.

Pero Catt ha asegurado que cada uno de los 12 miembros de su equipo facturó de forma "autónoma e independiente" a Diplocat por sus honorarios, que solo en su caso fue de 8.000 euros de salario con las dietas al margen, que cobró por transferencia bancaria.

No obstante, ha precisado que ella fue una de las últimas personas de su equipo en llegar a Cataluña, por lo que los gastos de estos otros expertos fueron mayores porque se pagaba por semanas. Y aunque no ha detallado cuánto recibió el grupo en total, sí que ha querido dejar claro que todos cobraron en octubre de 2017.

La Guardia Civil aseguró en el juicio que Diplocat pagó unos 170.000 euros al grupo de Helena Catt, cifra que figura en el escrito de acusación de la Fiscalía —salarios (114.592) y dietas (62.712)—, si bien Royo dijo que solo pagaron 40.591 euros en dietas.
 

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