Los Mossos d'Esquadra siguen interrogando a testigos de la supuesta violación de una menor en la sala Razzmatazz y analizan las imágenes de las cámaras de seguridad para contrastarlas con el relato de la denunciante con el objetivo de aclarar qué ocurrió en el interior del reservado.
Según los responsables de la discoteca, los camerinos no cuentan con cámaras para preservar la preservar la intimidad de los artistas y sus acompañantes.
Los Mossos han identificado a tres personas en relación con la supuesta agresión sexual pero todavía no detuvieron a nadie ni hay una causa judicial abierta.
Fuentes próximas a la investigación han señalado que los hechos continúan en fase de investigación, y que se debe aclarar aún lo sucedido y la presunta relación de las personas identificadas con la denuncia de agresión sexual de la menor.
Una amiga de la víctima, que alertó a los Mossos d'Esquadra de la agresión, la acompañó al Hospital Clínic
Los hechos habrían sucedido en uno de los reservados privados de la sala Razzmatazz, donde la menor se encontraba con un joven al que había conocido en el local cuando entró un grupo de chicos y tres de ellos acabaron penetrándola sin su consentimiento.
Una amiga de la víctima, que alertó a los Mossos d'Esquadra de la agresión, la acompañó al Hospital Clínic de la capital catalana, donde fue atendida y permaneció hasta el sábado por la tarde.
En un comunicado publicado en Twitter, Razzmatazz afirma que ha puesto "a disposición de las autoridades todos los medios necesarios para aclarar los hechos en el momento de tener conocimiento" y añade: "Queremos respetar la privacidad de la víctima y de la investigación".
"Pero por encima de todo –añade el comunicado– condenamos rotundamente los hechos denunciados" y recuerda que la sala está adherida al protocolo contra las agresiones sexuales en espacio nocturno impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona denominado "No Callemos".
