Al menos 22 menores murieron en 2018 por causas violentas en España, según los últimos datos recogidos por la ONG Save The Children. La mayoría de ellos fueron asesinados por su padre o su madre, y también hubo tres casos de suicidio. En el caso de los cinco recién nacidos, tres fueron arrojados a un vertedero o contenedor, uno murió a manos de su madre y el otro falleció cuando su madre se arrojó con él por la ventana.
El director de Save The Children España, Andrés Conde, precisó que es difícil valorar si ha aumentado la violencia contra los niños en España con respecto al año anterior porque no existen registros oficiales y porque los casos que se denuncian son muy pocos —38.000 denuncias a la Policía en 2017 por delitos contra la infancia—. Además, Conde precisó que la mayoría ocurren en el ámbito intrafamiliar.
"El maltrato en el entorno familiar es muy frecuente. De los 22 niños asesinados por causas violentas más de la mitad fueron asesinados por sus padres", puntualizó. En concreto, de las denuncias, 4.875 fueron por malos tratos en el ámbito familiar. Asimismo, añadió que es "muy preocupante la «prevalencia de abusos y agresiones sexuales" en España —4.211 denuncias por este tipo de delitos contra menores en 2017—.
"Nuestro país tiene un dato vergonzoso: en uno de cada dos delitos por abusos, la víctima es un menor y esto es algo atípico en los países europeos", alertó.
En este contexto, se mostró "esperanzado" por la ley frente a la violencia contra la infancia que irá al Consejo de Ministros el próximo viernes. "Situaría a España a la cabeza de la UE en materia de protección de los niños y las niñas contra la violencia", subrayó el director de Save The Children. En todo caso, también manifestó su temor a que los partidos "no tengan altura de miras" y que las luchas políticas lleven el texto a una "vía muerta".
