Más de 150 personas han perdido la vida al estrellarse un avión de la compañía Spanair en la terminal T-4 del aeropuerto de Barajas cuando despegaba con destino a Gran Canaria. Hay 19 supervivientes, según los datos del Ministerio de Fomento y los servicios sanitarios. Spanair ha habilitado un número de información para los familiares, el 800 400 200.
Las últimas cifras, difundidas por el Ministerio de Fomento a partir de cifras contrastadas con la compañía aérea elevan a 153 el número de víctimas mortales. En el vuelo viajaban un total de 172 personas, de los cuales 162 eran pasajeros -entre ellos dos bebés y 20 niños- y otras diez miembros de la tripulación. Spanair ha publicado la lista oficial de pasajeros.
Diecinueve personas que resultaron heridas en el accidente, entre ellos tres menores, permanecen ingresados en seis hospitales de la Comunidad de Madrid, han informado fuentes de la Consejería de Sanidad. Según un portavoz de Emergencias Marid, desde el lugar del accidente fueron evacuados con vida 28 personas, ocho de ellas muy graves y el resto "menos graves".
El avión, el vuelo JK5022 de la compañía Spanair, viajaba con 172 personas a bordo, entre pasaje y tripulación y cubría la ruta Madrid-Gran Canaria. El vicepresidente del Gobierno canario, José Manuel Soria, aseguró que varios ciudadanos de las Islas viajaban en la aeronave de regreso de sus vacaciones. Además, se trataba de un vuelo de código compartido con el vuelo Lufthansa LH 255, del que iban siete pasajeros, cuatro de ellos alemanes, sin que se haya confirmado aún su estado.
Fallo mecánico, hipótesis del siniestro
Un incendio en el motor es la hipótesis más probable del siniestro. En cualquier caso, el Gobierno ha dejado claro que se trató de un accidente de aviación civil, y descartó completamente que fuese un atentado.
La aeronave, un modelo MD-82 con 15 años de antigüedad y que había pasado la última revisión en enero, había salido con más de una hora de retraso, por problemas mecánicos. Antes de iniciar el vuelo, el comandante del aparato informó de una avería relacionada con el indicador exterior de temperatura "que se reparó según los procedimientos establecidos por técnicos de la compañía".
Al parecer, el avión despegó y ascendió unos metros antes de precipitarse, con el motor izquierdo incendiado, cerca de las 14h45. El accidente produjo más o menos a un kilómetro de la Terminal 4, en la Pista 36, la más apartada y conocida como 'La Isla'.
El fuerte impacto hizo que el aparato se rompiera y se originara un gran incendio dado que en el momento del despegue los aviones suelen llevar el depósito lleno de combustible. Las cajas negras del avión ya han sido recogidas por los bomberos, que sofocaron el fuego pasadas las 17 horas.
Trabajadores del aeropuerto que han colaborado en las tareas de rescate, han indicado que el avión estaba "partido en trozos", por el brutal impacto. Las mismas fuentes aseguraron que la aeronave había salido con casi dos horas de retraso, y que nada más despegar perdió altura y cayó en un badén, en el límite norte de las cabeceras del aeropuerto.
Dispositivo de la Cruz Roja
Cruz Roja ha enviado al aeropuerto de Barajas ambulancias y equipos de ayuda psicosocial para atender a los heridos y familiares de las personas afectadas por el accidente.
El Ayuntamiento de Madrid ha desplegado a 230 sanitarios entre voluntarios y profesionales de SAMUR-Protección Civil, 170 policías municipales y 70 bomberos del Ayuntamiento para atender a las víctimas. Los hospitales de Madrid están en alerta en previsión de que lleguen numerosos pasajeros para ser atendidos.
La Comunidad de Madrid ha habilitado un pabellón del IFEMA para el traslado de los cuerpos de las víctimas. El recinto de la Institución Ferial de Madrid está situado a pocos kilómetros del aeropuerto y conectado directamente por carretera con el mismo. Un grupo de técnicos del Servicio de Biología del Instituto Nacional de Toxicología y Medicina Forense, expertos en pruebas de ADN, trabajará en el pabellón de Ifema en la identificación de las víctimas.
Spanair habilitó dos aviones hasta Madrid. Uno para los familiares de los pasajeros del avión siniestrado. El segundo lleva voluntarios para las tareas de rescate y asistencia médica y psicológica.
Tras el accidente, se sucedían las reacciones en el aeropuerto de Las Palmas, al que se dirigía el avión. Muchos de los fallecidos eran precisamente canarios.
Tráfico aéreo con problemas
El tráfico aéreo en el aeropuerto de Barajas se encuentra operativo "con regulaciones" y ya se realizan maniobras de despegue y aterrizaje. El tráfico aéreo se paralizó completamente tras el accidente, pero se retomó horas después, aunque aún no completamente. Los vuelos de Spanair, después de estar suspendidos durante dos horas, ya se reanudaron.
Pasajeros de diferentes vuelos de Spanair han comenzado a hacer colas frente a los mostradores de la compañía con la intención de comunicar su renuncia al viaje previsto y reclamar el equipaje, ya facturado, en medio de un clima de conmoción, que ha ido en aumento a medida que se iba conociendo la magnitud del accidente.
Otros muchos se han quedado en tierra porque Spanair, al igual que otras compañías, han tenido que cancelar algunos de sus vuelos debido a la reducción de despegues y aterrizaje impuesta en el aeropuerto de Madrid-Barajas, tras el accidente aéreo.
Distintas autoridades viajan a Madrid
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, han suspendido sus vacaciones para dirigirse a la zona del siniestro. También el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha desplazado al aeropuerto nada más conocer el suceso.
Además, se ha constituido un gabinete de crisis en el propio aeropuerto con miembros del Ministerio de Fomento, del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, de la Presidencia del Gobierno, de Protección Civil y representantes sanitarios.
