Madrid cambiará en seis meses el nombre de 30 calles vinculadas con el franquismo

La iniciativa se ha aprobado en el pleno de este martes con los votos a favor de PSOE, Ahora Madrid y Ciudadanos, y el rechazo del PP

El pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este martes, con la oposición del PP, retirar de inmediato cinco placas y monolitos que honran a personas relacionadas con el franquismo y a cambiar en seis meses el nombre de una treintena de calles o plazas. 

La iniciativa se ha aprobado con los votos a favor de PSOE -que presentó la propuesta-, Ahora Madrid y Ciudadanos, y el rechazo del PP, que ha argumentado que los socialistas no aceptaron una enmienda que recoge de forma literal el artículo 1 de la Ley de Memoria Histórica y pide que en la redacción de los motivos para cambiar los nombres se incluya a quienes cometieron violencia y represión "por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa". 

Así, en los próximos seis meses cambiarán los nombres del callejero como la plaza de Arriba España, Caídos de la División Azul, la plaza del Caudillo, calle Primero de Octubre, avenida del General Fanjul, avenida del Arco de la Victoria, Comandante Zorita, Hermanos García Noblejas, General Yagüe, General Moscardó o la plaza Fernández Ladreda. Junto a estas calles, se eliminarán inmediatamente cinco vestigios franquistas: la lápida de José García Vara en la calle Arrieta; el monolito al Alférez Provisional en la plaza Felipe IV; la lápida a los Caídos de Chamartín de La Rosa, en la plaza Duque de Pastrana; el monumento a los mártires de la Sacramental de San Isidro en el paseo Ermita del Santo; y la placa a los Hermanos Falcó y Álvarez de Toledo en Barajas.

Se sustituirán por nombres de acontecimientos relevantes de la ciudad o por personas "olvidadas" que lo merecen porque con su trabajo han contribuido a que se produzcan avances relevantes o han sido significativas para la historia de la capital. La medida no tiene coste para el Ayuntamiento salvo los 54 euros que cuesta cada placa. 

El concejal socialista Ramón Silva ha justificado la iniciativa recordando que hubo una denuncia contra el Ayuntamiento por incumplir la Ley de Memoria, y el PSOE aprovechó para presentar la propuesta en el siguiente pleno, negando así que lo hiciera por motivos electoralistas, como el acusó el grupo de Ahora Madrid. Silva ha defendido cambiar los nombres de estas calles y espacios porque es una "deuda de todos los demócratas con quienes defendieron legitimidad del gobierno republicano". 

Por parte, Esperanza Aguirre ha asegurado que el PP hubiera votado a favor de la iniciativa si se hubiera aceptado su enmienda para garantizar que se actúa contra la violencia o persecución "por razones políticas, ideológicas o religiosas", y ha subrayado que rechazar su enmienda supone olvidar el espíritu de reconciliación que presidió la Transición. Como ejemplo del "sectarismo" del equipo de Gobierno, ha citado al Comandante Zorita, al que se dio una calle por haber sido el primer español que rompió la barrera del sonido, y al que el PCE no le quiso quitar la calle cuando se revisó el callejero en los años ochenta. 

La portavoz socialista, Purificación Causapié, ha criticado al PP por querer "hacer una aplicación parcial" de la Ley, que a su juicio es lo que pretendía la enmienda popular, que "nos ataba las manos y nos colocaba en una situación sesgada". "Era una excusa para votar en contra", ha dicho, porque el PP "siempre pone zancadillas para evitar apoyar la Ley". 

Desde Ciudadanos, Sofía Miranda ha lamentado que 80 años después de la Guerra Civil se siga usando la Memoria Histórica como "arma arrojadiza", aunque su grupo ha votado a favor porque hay que "cerrar heridas, dar dignidad y reconciliar". 

Begoña Villacís, portavoz de C's, también ha acusado al PSOE de buscar "generar divisiones"e impedir el acuerdo de todos los grupos.

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