Los tres candidatos a liderar el PSOE, Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, se han comprometido hoy a integrar a los otros en los nuevos órganos de dirección, para que el partido salga fuerte y unido, y han garantizado las primarias abiertas en noviembre.
Durante el debate previo a la consulta del próximo día 13, los tres han garantizado también la celebración de las primarias abiertas para elegir al candidato a la Moncloa a finales de noviembre, aunque Pérez Tapias ha dejado claro que él en ningún caso se presentará si es elegido secretario general, porque esa es "la mejor manera de garantizar el juego limpio".
Además, los tres han hecho especial hincapié en la necesidad de que de este proceso congresual salga un partido unido e integrado y en que no pase lo del cónclave de Sevilla, que Alfredo Pérez Rubalcaba ganó por 22 votos a Carme Chacón y del que el PSOE salió dividido.
Madina, por su parte, ha señalado que no encuentra una razón para prohibirle al secretario general presentarse a las primarias a la Presidencia del Gobierno y ha dicho que si es elegido nuevo líder estudiará a fondo si concurre. Si no sale ahora como dirigente del PSOE, ha descartado completo presentarse a las primarias.
Sánchez ha reivindicado las primarias abiertas en todos los partidos y ha asumido además "listas cremallera" que alternen un hombre y una mujer en todas las elecciones.
Postura frente a la consulta catalana
Pedro Sánchez ha rechazado hoy cualquier tipo de consulta en Cataluña, ni legal ni pactada, y ha insistido en la reforma federal recogida en la declaración de Granada del PSOE, una idea defendida también por Eduardo Madina, quien plantea además la necesidad de reunirse y dialogar con Artur Mas.
José Antonio Pérez Tapias, por su parte, se ha preguntado por qué los socialistas no son más valientes en el debate catalán y en otros temas y ha apostado por ir más allá de la reforma federal para reformularlo en términos de "Estado plurinacional".
Madina ofrecería a Artur Mas la reforma constitucional propuesta por el PSOE en su declaración de Granada y le plantearía ir hacia una reforma constitucional con un horizonte general que se base en el mantenimiento de la convivencia en España. "Juntos somos más fuertes", ha subrayado.
Sánchez, por su parte, ha rechazado cualquier tipo de referéndum en Cataluña y ha abogado por reducir las desigualdades territoriales y reconocerse en la diversidad.
Las puertas giratorias
Tanto Pedro Sánchez como José Antonio Pérez Tapias se han comprometido de forma radical a "cerrar las puertas giratorias" a los exgobernantes socialistas, mientras que Eduardo Madina ha defendido que hay que hacerlo "con la temperatura legislativa adecuada para no condenar a nadie a la muerte laboral".
En el debate que los tres protagonizan en la sede federal del PSOE, el primer militante en dirigirles una pregunta ha sido uno procedente de Granada que les ha pedido su opinión sobre el "acuerdo tácito que hay entre el poder político y económico sobre la llamada puerta giratoria" a través de la que los exgobernantes pasan a formar parte de consejos de administración de grandes empresas.
El objetivo común: reconquistar el poder de 2015
Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, los tres candidatos a liderar el PSOE en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba, tienen en mente como prioridad ganar las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, y derogar la reforma laboral si después llegaran al Gobierno.
Los tres están de acuerdo en que la prioridad del PSOE es reforzar al partido y poner en marcha toda la maquinaria para ganar los comicios autonómicos y municipales. Madina incluso ha dicho que el partido debe volcarse como nunca desde 1982 en esa tarea.
Sánchez además ha planteado acabar con la financiación privada dentro del PSOE: ni para las fundaciones ni para el partido, y que esa idea se extienda al resto de fuerzas políticas.
Si llegase a la Moncloa, derogaría la reforma laboral y la reforma local y aprobaría una ley de muerte digna.
Pérez Tapias ha coincidido con sus compañeros y, como tiene intención de no presentarse a las primarias si es elegido secretario general, ha confiado en que las primeras medidas que aplicasen sus compañeros si ganasen las generales estuvieran relacionadas con volver a recuperar la relación con la izquierda frente a "la gran coalición" de las "derechas del mundo mundial".
