Los Presupuestos Generales del Estado para 2009 superaron este miércoles su tramitación en el Congreso y llegan al Senado, donde la propuesta tendrá que enfrentarse a al menos dos vetos, los de PP y CiU. Esquerra Republicana también podría sumar sus votos a la oposición, ante la falta de acuerdo sobre la financiación autonómica catalana.
Los cuatro senadores de ERC serán claves en la votación de la Cámara Alta, ya que podrían provocar la devolución de las cuentas públicas al Congreso sin modificaciones. En la práctica, esta es una opción que no preocupa demasiado al Gobierno de Zapatero, que ha sufrido dos vetos en el Senado con anterioridad, en la tramitación de los presupuestos de 2004 y 2007.
El veto una derrota política para el PSOE, aunque le ahorraría los esfuerzos de negociar nuevas enmiendas a su propuesta. Durante su paso por la Comisión de Presupuestos del Congreso, el texto fue completado con más de un centenar de enmiendas pactadas por el PSOE con CiU, ERC, IU-ICV y Coalición Canaria, que aportaron 160 millones de euros adicionales a las cuentas del próximo año.
Además, el PNV y el BNG habían prestado su apoyo inicial a las cuentas a cambio de 85 millones más para el País Vasco y 125 millones más para Galicia.
Enmiendas al texto original
Entre la novedades con las que el texto llega a la Cámara alta destacan los cerca de 70 millones que se destinarán a Cataluña para impulsar la I+D+i y mejorar algunas infraestructuras. También se creará un fondo de 20 millones de euros para municipios de menos de 20.000 habitantes y está previsto desarrollar una normativa para que las familias monoparentales con dos o más hijos sean consideradas numerosas.
También se han añadido tres millones de euros para desarrollar la Ley de Memoria Histórica, y cinco millones para el rescate de costas y de parajes naturales; así como otros cinco destinados a los menores inmigrantes no acompañados que llegan en patera.
El nuevo texto llega al Senado donde deberá superar las propuestas de veto que planteen los grupos parlamentarios, de ser admitidas, las cuentas públicas del próximo año serían devueltas al Congreso sin modificaciones.
Si los vetos fueran rechazados, el Senado abriría un trámite de enmiendas parciales; las que fueran aprobadas deberán ser ratificadas en última instancia por el Congreso, que aprobaría así definitivamente los presupuestos de 2009.
