Los narcolépticos necesitan hacer el doble de deporte que una persona normal

Los narcolépticos no sólo sufren trastornos del sueño, sino también en la alimentación, ya que, por el metabolismo derivado de la misma enfermedad, necesitan hacer el doble de ejercicio que una persona normal para quemar las mismas calorías.

Así lo ha explicado a Efe el neurólogo del Hospital Clínic Alejandro Iranzo, que es miembro del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

La narcolepsia es un trastorno neurológico que se caracteriza por la presencia de momentos de somnolencia irresistible durante el día e interrupción del sueño nocturno.

Se estima que en España hay unas 25.000 personas que padecen esta enfermedad, aunque la SEN cree que hay muchas personas más sin diagnosticar.

Los enfermos de narcolepsia tienen en común que les falta la hipocretina, una proteína que tienen la función de mantener a las personas despiertas y que, a la vez, regula el apetito.

Estudios recientes demuestran que la falta de hipocretina no sólo trastorna el apetito, sino que reduce la capacidad de los narcolépticos para eliminar calorías, de manera que "necesitan hacer el doble de deporte para quemar lo mismo que una persona normal", según Iranzo.

Como tienen el sueño fragmentado por las noches, los narcolépticos tienden a despertarse con hambre cada dos horas, lo que tampoco ayuda a mantener una alimentación saludable.

Estos trastornos alimentarios acaban dando lugar a sobrepeso y obesidad, así como a otras enfermedades derivadas como la hipertensión o la diabetes.

Los expertos desconocen aún el origen de la narcolepsia, que aparece con la misma frecuencia en ambos sexos en el segundo decenio de vida, aunque todo indica que tiene un elevado componente genético.

Nuevas investigaciones apuntan que el origen de la enfermedad puede ser una rebelión del sistema inmune del cuerpo que acaba con la hipocretina, por lo que se están desarrollando terapias inmunopresoras para frenar estos procesos en menores con predisposición genética.

Asimismo, los investigadores están trabajando para sintetizar en laboratorio la hipocretina que les falta a los narcolépticos, con lo que acabarían los síntomas relacionados con el apetito y el sueño. 

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