El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha rechazado revocar las euroórdenes contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el exconseller Toni Comín, si bien ha pedido al Parlamento Europeo que suspenda su inmunidad como eurodiputados para poder proceder a su entrega.
La decisión del magistrado supone en la práctica, indican fuentes jurídicas, que ambos europarlamentarios podrán acudir a Estrasburgo el próximo lunes para ejercer sus funciones en el pleno de la Eurocámara, pues para ser extraditados es necesario que ésta les levante la inmunidad.
No así en territorio español, donde según aclara Llarena en su auto, no les protege la inmunidad parlamentaria; sus órdenes siguen operativas en España y podrían ser detenidos sin necesidad de pedir ningún suplicatorio porque en el momento de ser elegidos ya estaban procesados en la causa del procés.
Durante el tiempo que tarde la Eurocámara en responder a Llarena, el magistrado comunica formalmente al juez belga encargado de sus euroórdenes que paralice su tramitación -algo que hizo a inicios de enero- hasta que se sepa la decisión del Parlamento.
