Liberadas dos cooperantes españolas secuestradas en Kenia en octubre de 2011

Las cooperantes españolas Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, secuestradas el 13 de octubre de 2011 en el campo de refugiados de Dadaab (este de Kenia), han sido liberadas, confirmaron hoy a Efe fuentes conocedoras del caso.

Médicos Sin Fronteras (MSF), la ONG para la que trabajan las dos cooperantes, también confirmó en un comunicado emitido en Nairobi que Serra y Thiebaut "han sido libradas". "Ambas se encuentran sanas y salvas y están deseando reunirse con sus seres queridos tan pronto como sea posible", afirmó MSF, que volvió a condenar "de manera contundente" el secuestro de las españolas, quienes ayudaban en Dadaab a "miles de refugiados".

Las cooperantes "van en un vuelo especial camino de España", indicaron a Efe las citadas fuentes, que subrayaron que "las cosas se han precipitado" en las últimas horas. "Estarán llegando a España de madrugada", agregaron las fuentes, al precisar que las cooperantes "han salido de Somalia" y "han llegado a Yibuti esta mañana o a mediodía".

Desde Yibuti, país fronterizo con Somalia que acoge efectivos de las Fuerzas Armadas de varios países europeos que participan en la Operación Atalanta de la Unión Europea contra la piratería, las dos liberadas han partido hacia España, agregaron las fuentes.

Montserrat Serra y Blanca Thiebaut fueron secuestradas el 13 de octubre en el campamento keniano de refugiados de Dadaab, a escasos 100 kilómetros de la frontera con Somalia, adonde fueron trasladas posteriormente, según confirmó entonces el Ejército somalí.

En un principio, las autoridades de Kenia culparon a la milicia radical islámica somalí Al Shabab -que el pasado año anunció su adhesión formal a la red terrorista Al Qaeda- de estar detrás del secuestro, aunque los fundamentalistas negaron ese extremo.

Ése fue el último de los cuatro secuestros en suelo keniano en poco más de un mes, que incluyeron a otro trabajador humanitario de Dadaab, una ciudadana francesa y otra británica.

Tras la captura de Serra y Thiebaut, el Ejército keniano inició el 15 de octubre un despliegue de tropas en suelo somalí en respuesta a los secuestros en zonas aledañas a su frontera con Somalia.

A pesar de los avances logrados el año pasado en el terreno político, Somalia se encuentra todavía inmersa en un prolongado y complejo conflicto armado.

Las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), el Ejército somalí, las Fuerzas Armadas etíopes y varias milicias pro gubernamentales combaten a Al Shabab, la milicia fundamentalista islámica dominante desde 2006.

Al Shabab lucha supuestamente para instaurar un estado islámico de corte wahabí en Somalia.

Aunque las tropas aliadas arrebataron a finales del pasado septiembre a los fundamentalistas su mayor bastión, la ciudad costera sureña de Kismayo, los radicales todavía controlan buena parte del centro y el sur de Somalia, donde el frágil Ejecutivo del país no termina de imponer su autoridad.

Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.

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