La enésima provocación de Rusia acabó con dos cazas escoltando a bombarderos frente a la costa de Bilbao

Defensa aclara que los Tupolev no llegaron a entrar en el espacio aéreo español y que se les hizo un seguimiento preventivo ► España participa en la misión de la Otan para poner límites a las incursiones del país
Avión de combate español
photo_camera Avión de combate español

El Ministerio de Defensa ha confirmado este martes el seguimiento que dos cazas F-18 españoles realizaron a dos bombarderos rusos, pero ha recalcado que se hizo de manera preventiva, ya que los aviones no llegaron a entrar en espacio aéreo español. El incidente ocurrió el pasado 22 de septiembre, cuando Noruega detectó dos trazas en el norte que resultaron ser dos Tupolev 160 Blackjack rusos. Estos siguieron hacia Escocia, norte de Francia y después bajaron hacia España, por lo que todos estos países desplegaron aeronaves de combate para escoltarlos.

Todo el tiempo que los Tupolev volaron frente a la costa española fueron escoltados por dos de los F-18 que el Mando Aéreo de Combate tiene activados para labores de protección. Una vez llegaron frente a Bilbao, volvieron hacia el norte de Europa

Defensa ha asegurado que los dos F-18 españoles no estuvieron en ningún momento a menos de diez millas de los aviones rusos



El ministerio español ha explicado que los aviones militares rusos vuelan bordeando el espacio aéreo europeo sin plan de vuelo, por lo que lo único que detectan los radares son trazas. Así, los países europeos hicieron seguimiento de estos bombarderos, pero de manera preventiva para que no entraran en sus espacios aéreos.

Por tanto, un portavoz de Defensa ha asegurado que los dos F-18 españoles no estuvieron en ningún momento a menos de diez millas de los aviones rusos y que su única función fue escoltarlos para advertirles de su presencia hasta que se alejaran del espacio aéreo español, que nunca sobrepasaron. Las fuentes consultadas han remarcado que esta actuación de los bombarderos rusos no es "preocupante" y que "no llegaron a ningún punto de fricción".

En cualquier caso, no era la primera vez que los aviones de combate españoles se veían las caras con aeronaves de Moscú, ya que desde 2006 España participa en la misión de la Otan que debe proteger el espacio aéreo de los países bálticos frente a las provocaciones de Rusia y dejar claro que Estonia, Letonia y Lituania son miembros de la Alianza. 

Desde 2006 España participa en la misión de la Otan que debe proteger el espacio aéreo de los países bálticos



La primera vez que el Ejército del Aire español participó en la conocida como Policía Aérea del Báltico fue en el año 2006 y entonces fueron cuatro cazas F-18 los que, durante cuatro meses, protegieron el espacio aéreo de Estonia, Letonia y Lituania, que carecen de defensa consistente en aviones de combate. Pero la guerra en Ucrania disparó las incursiones de los aviones rusos en el mar Báltico. Estas aeronaves, entre ellas bombarderos como los de septiembre, no suelen invadir el espacio aéreo de los países bálticos, pero pasan muy cerca volando desde el norte de Rusia, en San Petersburgo, hacia Kaliningrado, al sur de Lituania. La misión de los cazas de la Otan es dejarles claro que no pueden sobrepasar la línea. 

Ante el incremento de presencia rusa en esta zona a partir de abril de 2014, en los primeros cuatro meses de 2015 y de 2016, cuatro aviones Eurofighter españoles han participado en las rotaciones de la Otan para ejercer de Policía Aérea en Estonia, Letonia y Lituania. Durante estos ocho meses, los cazas españoles han patrullado áreas de unos 8.000 kilómetros cuadrados e interceptado más de una veintena de aviones rusos que han pasado muy cerca del espacio aéreo aliado. En una de esas aeronaves viajaba incluso el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu. 

La misión de los pilotos de la Alianza Atlántica, la que han llevado a cabo también los españoles, es identificar la traza, verificar que sus intenciones no son ofensivas y después hacerle saber que se encuentra cerca del espacio de soberanía de la Otan y que no debe infringirlo. Es algo parecido a lo que ocurrió el pasado 22 de septiembre en el Mar Cantábrico, cerca de Bilbao. Aunque los bombarderos rusos no invadieron el espacio aéreo español en ningún momento, los F-18 que les interceptaron tenían como misión escoltarles y hacerles saber que estaban próximos a territorio Otan. 

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