La Generalitat levanta el aislamiento a los ocho portadores de la difteria

Estos siete menores y un adulto eran las únicas personas que seguían aisladas en sus casas desde principios de junio, tras los controles microbiológicos que se les practicaron y cuyo resultado ha sido negativo

La consellería de Salud ha acordado este martes levantar el aislamiento al que estaban sometidos desde principios de mes ocho portadores de la bacteria causante de la difteria, siete menores y un adulto, al dar negativo en los dos controles microbiológicos que se les ha practicado.

Según ha informado este martes el departamento de Salud en un comunicado, estas ocho personas eran las únicas que aún seguían aisladas en sus casas tras los controles que se hicieron a principios de junio en el entorno del menor de Olot (Girona) de 6 años de edad, que ingresó en el hospital el 30 de mayo y que falleció el pasado sábado tras desarrollar la enfermedad al no estar vacunado.

Estas ocho personas no han desarrollado la enfermedad porque estaban vacunadas, al igual que otros dos niños que también estuvieron unas semanas incomunicados y que pudieron salir de sus casas el pasado 19 de junio, tras dar negativo en sus respectivos controles microbiológicos.

La Agencia de Salud Pública de Cataluña ha agradecido este martes el "esfuerzo" realizado por estas diez personas ya que, de acuerdo con las recomendaciones internacionales, se han mantenido aislados en su casa para minimizar al máximo los riesgos de transmisión.

El menor de 6 años ingresó el pasado 30 de mayo en urgencias del Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona afectado por la difteria, enfermedad que desarrolló al no estar vacunado por decisión de sus padres.

Tras este caso, el primero en España desde hace 28 años, la Agencia de Salud Pública de Cataluña llevó a cabo un dispositivo epidemiológico para averiguar el origen de la bacteria entre las 57 personas que habían estado en contacto con el menor, tanto sus familiares como en la escuela o en los lugares de ocio.

El caso del menor de Olot afectado de difteria, que falleció el pasado sábado, ha reabierto el debate sobre la necesidad de vacunar a los menores.

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