Rescatan de la caja negra un archivo de audio "utilizable"

Hollande anuncia el hallazgo de la carcasa de la segunda caja negra del avión, pero no su contenido. El Gobierno identifica a 51 víctimas españolas entre los 150 pasajeros. Los investigadores descartan que el avión explotase en pleno vuelo

Los investigadores que analizan los restos del avión siniestrado este martes en los Alpes franceses han podido extraer un "archivo de audio utilizable" de una de las cajas negras del aparato, pero podrían tardar "varias semanas o meses" en sacar conclusiones fiables sobre la causa del accidente.

"Es poco probable que haya una gran degradación de la calidad" del audio pero "tenemos que afinar la comprensión" de lo que sucedió en la cabina, declaró este miércoles en conferencia de prensa el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) francesa, Rémi Jouty.

El máximo responsable del BEA agregó que aún necesitan llegar a la comprensión del "sonido, los ruidos, las alarmas y la atribución de las voces de las personas" y evitó cualquier especulación sobre lo que se escucha en la grabación o si hay alguna pista sobre la causa del siniestro.

Los equipos de rescate por tierra y aire estuvieron trabajando hasta el anochecer en la zona en la que se estrelló el avión en el que viajaban 150 personas, 51 de ellas de nacionalidad española, según confirmó el Gobierno.  Según explicó el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, la cifra, que es "provisional", sale del del dato facilitado por familias que han informado a las autoridades de que contaban con un allegado en el avión, aunque en un par de casos había dos familiares. Entre los fallecidos hay un vecino de A Coruña que esperaba su cuarto hijo, una madre de Jaca con su bebé o un grupo de estudiantes de Eso alemanes que habían venido de intercambio.


Sin embargo, Germanwings ha asegurado que en el avión viajaban 72 personas de nacionalidad alemana y 35 españoles. El presidente de la aerolínea, Thomas Winkelmann, hizo hincapié en que hay personas con doble nacionalidad, lo que podría introducir modificaciones en la lista. También había un pasajero británico, uno holandés, uno colombiano, uno mexicano, uno japonés, uno danés, uno belga y un israelí, así como dos pasajeros argentinos, dos iraníes, dos venezolanos y dos estadounidenses.

Poco después de la rueda de prensa, fuentes de la investigación informaron a Efe de que las fuerzas de seguridad han comprobado que en el avión siniestrado ayer viajaban 51 españoles, 55 alemanes y el resto de otras 13 nacionalidades.


RESTOS DE LA SEGUNDA CAJA NEGRA. 
Además de la primera caja negra, se ha encontrado la carcasa de una segunda, aunque no su contenido, que sigue siendo buscado.

En una intervención junto a los jefes de Gobierno de España, Mariano Rajoy, y Alemania, Angela Merkel, Hollande prometió que "todo se conocerá y se hará toda la luz sobre las circunstancias del accidente" en el que han perecido las 150 personas "de una quincena de países".

Sin embargo, Hollande pidió paciencia porque su análisis será "difícil" y aseguró que los efectivos desplegados al lugar de la colisión continuarán la búsqueda del contenido de la segunda caja negra, hasta que sea encontrada.

"Necesitamos comprender qué ha pasado, se lo debemos a las familias y países afectados. Francia ha puesto medios importantes en la investigación para que podamos saber todo. Por desgracia tenemos cierta experiencia", agregó el presidente francés.


Para Hollande, el despliegue de la población local y de los servicios públicos como gendarmería o bomberos ha sido "una muestra de solidaridad y gran eficacia, pese a que por desgracia no hubo posibilidad de hallar supervivientes".

"Esas operaciones permitieron asegurar el lugar e intervenir en una zona de particularmente difícil acceso para hacer todo lo posible para conservar los cuerpos y los pedazos del avión para que la investigación dé resultados, y posibilitar un acceso a las familias", agregó.

Antes de realizar su declaración, Hollande, Rajoy y Merkel visitaron la capilla ardiente instalada en el pueblo de Seyne-les-Alpes, cercano al lugar del accidente, donde saludaron a los servicios que están cooperando en los esfuerzos.


LABORES DE RESCATE. El movimiento de vehículos se intensificó a partir de las 07.00 horas (06.00 horas GMT) nada más que salió el sol en la localidad de Seyne-les-Alpes, a pocos kilómetros del lugar del accidente y donde se concentran los servicios de rescate.

El portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, confirmó que el inicio de los vuelos de los helicópteros encargados de transportar a los investigadores al lugar exacto de los hechos, de acceso imposible por carretera, comenzó poco después, a las 08.00 hora local (07.00 GMT).

Una columna de gendarmes había retomado la ruta a pie hacia el lugar, después de que por la noche tuviera que detenerse a causa de la nieve. En el terreno trabajan más de 600 efectivos, entre bomberos y militares.

Con todo, las autoridades francesas descartan "casi por completo" poder recuperar este miércoles cuerpos de los fallecidos. Así lo indicó el coordinador del dispositivo de helicópteros, Xabier Roy, quien agregó que se está trasladando al lugar del accidente a médicos forenses para constatar los fallecimientos, aunque la identificación se hará posteriormente.

Roy dijo que las condiciones en el lugar son "más difíciles" que ayer a causa de la lluvia que ha caído esta noche, lo que convierte el escarpado terreno en resbaladizo. Pese a ello, siete helicópteros sobrevuelan constantemente la zona del accidente para trasladar a gendarmes, forenses e investigadores.

"Lo más sorprendente del lugar de los hechos es que prácticamente no hay nada. Uno espera encontrar un motor, una parte grande del avión, pero lo más grande que se ve es del tamaño de la carrocería de un coche", dijo.

En este sentido, fuentes de la identificación criminal indicaron que es muy posible que tras la colisión hubiera una explosión a causa del queroseno del avión, por lo que no se podrán encontrar cuerpos completos sino restos.

Según explicó el primer ministro francés, Manuel Valls, el avión quedó "pulverizado" y el trabajo de los médicos forenses será "extremadamente largo y difícil", pese a que se han destinado "medios considerables" para avanzar lo antes posible.

En cualquier caso, los investigadores tardarán "varias semanas o meses" en sacar conclusiones fiables sobre la causa del accidente. "Tenemos que afinar la comprensión" de lo que sucedió en la cabina, declaró en conferencia de prensa el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (Bea), Rémi Jouty. 


INVESTIGACIÓN. Por el momento sigue siendo una incógnita la razón por la que el avión se precipitó al suelo en ocho minutos desde su altura máxima en ruta. Por ahora, lo único que descartan los investigadores es que el avión explotase en pleno trayecto: "El avión voló hasta el final", concretó el director del BEA, Rémi Jouty, que reconoció el desconcierto que todavía planea sobre las preguntas clave.

"No tenemos la menor explicación del motivo que llevó al avión a descender ni por qué este no respondió a los intentos de contacto de los controladores aéreos", reconoció Jouty.

Por eso, al igual que han hecho hasta ahora los responsables políticos franceses, insistió en que "ninguna hipótesis está cerrada" cuando se le preguntó acerca de una supuesta acción terrorista como causa.

Según indicó la ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, el contacto los pilotos del avión se perdió a las 10.31 hora local (09.31 GMT), unos 20 minutos antes del choque.según indicó la ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal.

La torre de control de Aix-en-Provence, en el sur del país, pudo hablar por última vez con la cabina a las 10.30 hora local (09.30 GMT), en un momento en que el avión se encontraba a 11.400 metros de altitud.


Los controladores, tal y como afirmó Royal en la emisora RMC, indicaron a los pilotos que mantuvieran ese nivel de vuelo y que se pusieran en contacto con la torre posteriormente, y recibieron la confirmación desde la cabina. Un minuto después, no obstante, el avión comenzó a descender sin autorización, y los pilotos, según la ministra, no respondieron a la llamada de los controladores cuando estos les preguntaron por la pérdida de altura.

A las 10.40 hora local (09.40 GMT), el avión, a 2.000 metros de altitud, desapareció de los radares, y nueve minutos después helicópteros del pelotón de alta montaña de la localidad de Jausiers, un caza Mirage 2000 y un avión de suministro despegaron en su busca para ver qué sucedía.

El dispositivo desplegado encontró a las 11.10 (10.10 GMT) los restos del aparato, que se estrelló contra el macizo de los Trois Evêches, en el departamento francés de Alpes de Haute-Provence.

El portavoz de la Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo (APROCTA), Jesús Pedraz, ha asegurado este miércoles que el avión siniestrado salió desde España "con plena normalidad" y no mostró "ningún tipo" de anomalía en su trayecto inicial.

El portavoz  ha mantenido en contacto con la controladora aérea que gestionó los primeros instantes del vuelo GW18G de Germanwings y que transfirió el aparato a los controladores franceses al entrar en su jurisdicción aérea (Provenza). Esta controladora ha solicitado una baja laboral por la presión que ha supuesto para ella el accidente.

La controladora, prosigue Pedraz, sostiene que no hubo "ninguna señal rara" y las comunicaciones con el aparato, que se limitan a informar sobre rutas, niveles y velocidades, fue "absolutamente normal".

El ministro inisitió en que no se descarta ninguna hipótesis sobre las razones del accidente, incluida la terrorista, aunque avanzó que esa última pista no es la prioritaria.

El presidente de la aerolínea Lufthansa, Carsten Spohr, dijo este miércoles que el accidente "es inexplicable" y que el aparato, de 24 años de antigüedad, estaba técnicamente bien. Aseguró que la compañía, que vive "los momentos más dramáticos de sus sesenta años" de su historia, "no ahorra ni ahorrará en seguridad".

TRASLADO AL LUGAR DEL ACCIDENTE. En declaraciones en el aeropuerto de Düsseldorf, Spohr informó de que Lufthansa organizará mañana dos vuelos, uno de Barcelona y otro desde Düsseldorf, para trasladar a los familiares de las víctimas al lugar del siniestro.

Los familiares aguardan en hoteles de Barcelona su traslado al lugar del siniestro, una vez completada la recogida de muestras de ADN que ha permitido elaborar 48 perfiles genéticos de parientes directos para facilitar la identificación de cadáveres.

El equipo de la policía científica, integrado por agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra, ha obtenido el perfil genético de 48 familiares de víctimas, tanto de origen español como de otras nacionalidades, a partir de una base de 119 muestras de ADN, como cabellos y saliva.


LUTO EN EUROPA. Las autoridades francesas han organizado un importante dispositivo en Seyne-les-Alpes para acoger a los familiares de las víctimas que quieran trasladarse hasta el lugar, donde también se ha instalado una capilla ardiente. 

En la localidad, uno de los puntos más próximos al lugar del siniestro y en la que viven sobre unos 300 vecinos, también se improvisó la morgue en la que se realizará la identificación de los cadáveres.

En España, el gabinete de crisis decretó tres días de luto oficial desde la pasada medianoche. 



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