Jesús Caldera decide abandonar la política y no repetir de diputado

El socialista abandona el Parlamento después de 33 años como diputado por Salamanca y tras haber sido ministro de Trabajo y Asuntos Sociales
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera
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El socialista Jesús Caldera ha decidido abandonar la política al término de la presente legislatura después de 33 años como diputado por Salamanca y de haber sido ministro de Trabajo y Asuntos Sociales durante el primer mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Caldera, de 57 años y natural de Béjar (Salamanca), ha afirmado en declaraciones a Efe que tomó hace tiempo la decisión personal de no repetir en el escaño y que se la comunicó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

"La política tiene un cierto contenido generacional. Siempre he entendido que la dedicación a la vida pública es algo temporal. Hay que dejar paso a una nueva generación", ha explicado el que fuera portavoz del PSOE en el Congreso entre 2000 y 2004. Su marcha de la política se une a la de la también exministra socialista Trinidad Jiménez, otra de las personas que integraron el círculo próximo de Zapatero durante su etapa al frente del partido y del Gobierno.

Al término de la legislatura, Caldera regresará, en principio, a su puesto de secretario de Administración Local del Ayuntamiento de Ávila, del que estaba en excedencia, aunque asegura "manejar otras alternativas" laborales. Como "servidor público", el veterano diputado del PSOE ha manifestado que "no cierra la puerta" a que en un futuro ocupe un cargo en algún organismo público, pero ha dejado claro que no regresará al Parlamento.

Ha expresado su "orgullo" por la labor desempeñada tanto en el PSOE como en el Gobierno y su "agradecimiento" a los ciudadanos por depositar la confianza en él. "No me voy resentido, ni amargado. No pensé estar tanto tiempo en el Parlamento. Esto era una tarea transitoria. Me voy muy satisfecho del periodo vivido. Ha sido un enorme honor", ha subrayado Caldera tras recordar que leyes como la de lucha contra la violencia de género, la de dependencia, la de igualdad o la mejora del sistema de pensiones llevan su sello.

Ha mostrado su "pleno y total" apoyo a Pedro Sánchez y ha confiado en que pueda llegar a la Moncloa tras las generales. Caldera era uno de los diputados más veteranos del PSOE, ya que ha ocupado un escaño por Salamanca de forma ininterrumpida desde 1982. Licenciado en Ciencias Políticas, Sociología y Derecho, comenzó a militar en el partido en 1979 y tres años después se estrenó como diputado.

Caldera ayudó a Zapatero a hacerse con la secretaría general del PSOE en 2000, lo que fue recompensado poco después con su nombramiento como portavoz en el Congreso, después de haber sido adjunto desde 1993. Su etapa de portavoz parlamentario se caracterizó por su férrea oposición al Gobierno de José María Aznar, en especial en asuntos como la guerra de Irak o el Prestige, si bien fue también actor relevante en la firma con el PP del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, en 2000, y el de la reforma de la Justicia, un año después.

Coordinador del programa socialista para las generales de 2004, se encargó de los contactos con el resto de los grupos para lograr la investidura de Zapatero y el traspaso de poderes con el Gobierno saliente. Su tarea como ministro (2004-2008) coincidió con la aprobación de algunas de las principales leyes de contenido social que vieron la luz en la primera etapa de Zapatero. También acometió un proceso de regularización de inmigrantes y afrontó la llegada masiva de indocumentados a las costas españolas, especialmente a Canarias, y las repatriaciones.

Tras su salida del Gobierno, fue elegido secretario de Ideas y Programas en la Ejecutiva del PSOE y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Ideas, ligada al partido. De nuevo coordinador del programa de las generales de 2011, esta vez con Pérez Rubalcaba, su tarea en el partido se fue diluyendo con la desaparición de la Fundación Ideas a finales de 2013 después del escándalo por el cobro de trabajos bajo pseudónimo de "Amy Martin" por parte de la esposa del entonces director de la entidad, Carlos Mulasa.

Aunque ha seguido de diputado y presidente de la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso, se mantuvo en la sombra en la recta final de Rubalcaba y una vez que Pedro Sánchez tomó las riendas del partido en julio del pasado año.

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