El Gobierno diseña un nuevo impuesto a los envases plásticos de un uso y prevé recaudar 724 millones

La venta de cubiertos de ese material o pajitas estará prohibida desde julio de 2021 y a partir de 2023 los establecimientos cobrarán a los clientes los vasos o envases de plástico
Teresa Ribera, en la rueda de prensa de este martes. EFE
photo_camera Teresa Ribera, en la rueda de prensa de este martes. EFE

El Consejo de Ministros dio luz verde este martes al anteproyecto de la ley de residuos y suelos contaminados, que incluye el reto de poner coto a los plásticos de un solo uso, a la Estrategia Española de Economía Circular para recortar un 15% la generación de residuos en 2030 y a un real decreto que mejora el control de traslados de los residuos. Incluido en ese paquete —en concreto, en la primera norma— está un nuevo impuesto a los envases de plástico de un solo uso, que estima que generará una recaudación de cerca de 724 millones de euros.

Con un anteproyecto que traspone los objetivos contemplados en la directiva de residuos de 2018 y en la de plásticos de un solo uso, el Gobierno destaca que el nuevo gravamen es similar al que se pretende implantar países como Reino Unido o Italia.

Será, en concreto, un impuesto de carácter indirecto y recaerá sobre la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de envases de plástico no reutilizables que vayan a ser objeto de utilización en el mercado español. En rueda de prensa, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, explicó que el tipo impositivo será de 0,45 euros por kilo de envase

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La vicepresidenta apuntó también los objetivos de reducción marcados para los productos de plástico de un solo uso, que pasan por que la comercialización haya disminuido un 50% en 2026 en relación a 2022, y por que el descenso sea del 70% en 2030. Los objetos sobre los que se pone el foco son los vasos para bebidas, incluidos sus tapas y tapones, y los recipientes para alimentos, cajas, con o sin tapa, destinados al consumo inmediato, in situ o para llevar.

A partir de 2023 estará prohibida su distribución gratuita, por lo que los establecimientos deberán cobrar cada uno de los productos de plástico entregados al consumidor, diferenciándolo en el ticket de venta.

El anteproyecto también limita la comercialización, de tal modo que a partir del 3 de julio de 2021 se prohibirá la introducción en el mercado de bastoncillos de algodón —excepto si entran en el ámbito sanitario—, cubiertos (tenedores, cuchillos, cucharas, palillos), platos, pajitas y agitadores de bebidas. También estarán vetados los palitos unidos a globos, salvo los globos industriales y profesionales, los vasos para alimentos y bebidas de poliestireno expandido, con sus tapas y tapones, y otros productos de cosméticos y detergentes con microplásticos añadidos intencionadamente.

En lo que respecta a las botellas de plástico, la ministra subrayó que se regularán objetivos de recogida separada en dos horizontes: en 2025 se deberá recoger separadamente el 77% en peso, respecto al introducido en el mercado, y en 2029 el 90%.

La hostelería deberá ofrecer a los clientes la posibilidad de consumir agua no envasada de manera gratuita

Además, con el propósito de disminuir los envases, las administraciones públicas reducirán el consumo de agua embotellada en sus dependencias con fuentes de agua potable y en envases reutilizables, mientras que el sector de la hostelería ofrecerá a los clientes la posibilidad de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del establecimiento.

El texto también revisa el régimen sancionador e incluye nuevas infracciones. Así, considera infracción muy grave el abandono, el vertido y la gestión incontrolada de residuos peligrosos y también de cualquier otro tipo de residuos, en este segundo caso, siempre que se haya puesto en peligro grave la salud de las personas o se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente. Cuando no haya supuesto estos riesgos, se considerará infracción grave. Las multas previstas van de los 1.000 euros a los 2 millones.

2.900 estadios Bernabeu de residuos al año
La ministra, que destacó la relevancia de este paquete de medidas para una recuperación económica "robusta, sostenible y justa", explicó que la acumulación de residuos de los españoles durante un año equivaldría a llenar hasta "rebosar" 2.900 estadios de fútbol como el Santiago Bernabeu. Unos 500 corresponderían a restos domésticos, y 45 por envases de plástico procedentes de nuestros hogares.

Para ilustrar más detalladamente la gravedad de la situación, añadió que cada año llegan unos 8 millones de toneladas de plástico a los mares, una cantidad equiparable a encontrar cada 30 centímetros en el suelo una bolsa de plástico llena de este material.

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