Gallego, catalán y vasco dan un paso en el Senado

Este martes el Senado hablará por primera vez en gallego en el transcurso de una sesión plenaria después de más de treinta años de democracia sin que esto fuese posible. Será en una intervención del representante del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza, en el debate de las mociones previstas para la tarde. No obstante, éste es el único ámbito en que la reforma impulsada por 34 senadores nacionalistas contempla el uso del catalán, el vasco y el gallego, ya que ni en las iniciativas legislativas ni en la sesión de control al Gobierno los senadores podrán hacer uso de sus idiomas maternos.

Además, y aunque sea una cita histórica, no se trata de la primera vez que el gallego se emplea en el hemiciclo. Ya se hacía en la Comisión General de las Comunidades Autónomas y en textos escritos. Tampoco será el paso definitivo en el camino para la normalización de las lenguas cooficiales, o al menos así lo cree Pérez Bouza. "Es importante, pero no definitivo. El BNG defiende que sea extensible a todo el conjunto de las actividades de la Cámara", sostiene el senador nacionalista.

¿Senadores políglotas?
De la misma opinión es Iñaki Anasagasti, uno de los representantes del PNV en la Cámara, quien considera que el objetivo debería ser "poder utilizar el euskera en todos los debates del Senado". Hace unos meses, en su blog, Anasagasti calificaba de "estrambote" que los diputados no pudiesen hablar en la lengua de España que considerasen oportuna. El nacionalista vasco fijaba un horizonte mayor. "No hay que traducir una lengua a otra, lo que hay que hacer es convertirlas a todas en un medio habitual de expresión de los senadores", proclamaba e instaba a los representantes monolingües a aprender las demás: "Si no son capaces, que se dediquen a otra cosa".

Para el senador del PSC Ramón Aleu, en cualquier caso, se trata de un avance. "Este paso adelante es un reconocimiento de España tal y como es, precisamente en el Senado, que es la Cámara donde están representados los diversos territorios de España. Un reconocimiento de España por lo que significa de respeto a sus territorios", anunció el portavoz de la Entesa Catalana del Progrés y el encargado de inaugurar la nueva medida en la presentación de una moción sobre el fracaso escolar.

Pérez Bouza argumenta de forma parecida para justificar una reforma que revertirá "una situación anómala". La "lógica", para él, dictamina que se hable en euskera, gallego y vasco en una cámara de representantes territoriales de un estado plurilingüe.

Las críticas de la derecha
Cuando en julio salió adelante la iniciativa -edulcorada, eso sí, en su propuesta de máximos-, la argumentación de PP y UPN, únicos partidos que la rechazaron, se basó en el "disparate" que suponía el uso de un 'pinganillo' para entenderse entre ciudadanos de un mismo país. "Será una cámara de versión original subtitulada y una versión cañí del Parlamento Europeo", dijo en su día la senadora popular Rosa Vindel. Más tarde, el gasto en el sistema de traducción fue su piedra de batalla.

En concreto, cada sesión traducida se llevará unos 12.000 euros del presupuesto del Senado, lo que a final de año, tras 21 sesiones, supondrá un 0,63% de las cuentas totales tasadas en 55 millones de euros. El coste sale del sueldo de cada uno de los siete traductores que actuarán por pleno, unos 511 euros por día más desplazamientos y dietas. Hasta ahora, el único desembolso fue el de 4.500 euros en los auriculares que emplearán los diputados.

El único senador del BNG en la Cámara Alta rechaza la argumentación crítica del gasto. "Lo que no es asumible es el gasto de la actividad del Senado para las funciones que tenemos. Eso solo lo decimos nosotros", asegura. Así, para Pérez Bouza, lo que cuesta poner en marcha el servicio de traducción es "insignificante", sobre todo, dice, si tenemos en cuenta que se benefician los derechos lingüísticos y los de los representantes de los pueblos. Otro dato que apunta: el presupuesto del hemiciclo para este año se ha reducido un 6,72%.

Un futuro hacia la normalización
La iniciativa inicial propuesta por los 34 senadores nacionalistas quedó minimizada al término de su tramitación y de ahí que solo el debate de las mociones pueda desarrollarse en las tres lenguas históricas. Otro paso hacia la normalización de las mismas es, por tanto, su extensión a toda la actividad del hemiciclo, punto en el que coinciden voces como las de Pérez Bouza o Anasagasti, pero que de momento no se plantea.

Otra vía que también se debatirá en la Cámara Alta es la que pretende que el ente televisivo público -todas las cadenas de RTVE- disponga de un sistema de audio o subtítulos en gallego, vasco o catalán. La iniciativa fue registrada el pasado viernes por el senador del Bloc per Mallorca y PSM-Verds, Pere Sampol, y se prevé que sea debatida durante el mes de marzo.

Pérez Bouza lo considera uno de los pasos posibles. "Un Estado plurilingüe, como éste, es una riqueza y un activo. Es intolerable que en el ente público y el Instituto Cervantes pasen de la promoción de las lenguas del Estado, sobre todo, si tenemos en cuenta que todos, catalanes, vascos y gallegos incluidos, pagamos impuestos", zanjó senador del BNG.

Lo cierto es que, futuro al margen, el día 18 de enero supone un hito para la integración de las lenguas cooficiales en las instituciones de Madrid. Como en el Parlamento Europeo, los diputados con auriculares estarán a la orden del día. Para unos se tratará de un disparate, de una nueva amenaza contra la unidad de España; otros lo verán como un gran avance hacia un Estado más plural.

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