Fernández Díaz ve difícil que se cuelen yihadistas entre los refugiados

El ministro del Interior defiende los protocolos de seguridad existentes y critica el "populismo y el buenismo" de alguna gente sobre la acogida de inmigrantes
Jorge Fernández Díaz (c), junto al ministro de Defensa, Pedro Morenés (i), y el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa (d), durante el acto central del Día de las Fuerzas Armadas
photo_camera Jorge Fernández Díaz (c), junto al ministro de Defensa, Pedro Morenés (i), y el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa (d), durante el acto central del Día de las Fuerzas Armadas

El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, cree que en España "los protocolos de seguridad" que se siguen para la acogida de refugiados que huyen de Siria "son suficientemente solventes como para decir que, difícilmente, se nos va a colar algún terrorista" entre ellos.

Fernández Díaz hace esta afirmación en una entrevista en el diario ABC, en la que, si bien admite que por motivos de seguridad se ha tenido que rechazar la entrada en España de algún refugiado, esto ha sido "por razones de seguridad más amplias, como pueden ser el crimen organizado, el tráfico de armas o el narcotráfico".

"Esto debe de servir de tranquilidad para la sociedad, todos los que vienen a nuestro país son auténticos refugiados", asegura el ministro, que calcula que este año llegarán 856 a España, aunque recuerda que el traslado hasta nuestro país desde otros como Grecia, Italia o Turquía "no depende de nosotros".

En este sentido critica "la demagogia, el populismo y el buenismo", señalando que no se trata de traer a miles de refugiados "en un barco y tenerlos alojados unos días en un polideportivo", sino que "hay que integrarlos", lo que "requiere personal especializado, recursos" porque en 5 o 10 años podrán tener la nacionalidad española "con los mismo derechos y obligaciones que cualquiera de nosotros".

En cuanto a los sucesos violentos en el barrio de Gràcia de Barcelona, a raíz del desalojo de los okupas instalados en un local que perteneció a una entidad bancaria, el ministro vuelve a reprochar a la alcaldesa Ada Colau y a su predecesor Xavier Trias que "quien siembra vientos recoge tempestades". "Ha habido tres días en los que Barcelona parecía una ciudad sin ley", lamenta.

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