La lucense Marta Rivera de la Cruz: "Estoy bien, pero necesito tiempo"

Todavía no ha decidido si seguirá en la política, si bien no le faltan ofertas 
Isabel Ayuso y Marta Rivera de la Cruz, en su último acto oficial juntas. EFE
photo_camera Isabel Ayuso y Marta Rivera de la Cruz, en su último acto oficial juntas. EFE

A Marta Rivera de la Cruz el tsunami político madrileño la pilló, como a casi todo el mundo, con el pie cambiado. Tanto, que por ahora rechaza hacer cualquier valoración. "Necesito dejar pasar unos días antes de hablar", aseguró este jueves a este periódico, con el que colabora habitualmente y al que pidió tiempo para procesar todo lo ocurrido desde el miércoles. Igual que al resto de medios que trataron de conocer la versión de los hechos de una de las hasta el miércoles integrante del Gobierno de Madrid.

"Estoy aterrizando [en la nueva realidad]", confesó la lucense que, pese a todo, lanza un mensaje de tranquilidad desde la capital. "Estoy bien, perfectamente".

Rivera de la Cruz fue hasta esta semana consejera de Cultura de Madrid con Ciudadanos. Cuando estalló la crisis entre populares y naranjas, la también escritora fue cesada por Ayuso junto a sus cinco compañeros de partido, aunque con algún que otro matiz. Porque mientras Ayuso y su ya exvicepresidente Ignacio Aguado no dejaron de tirarse los trastos a la cabeza, la relación de la presidenta con Rivera de la Cruz es diametralmente opuesta. Tanto, que directamente parece querer ficharla.

AYUSO LO "LAMENTA". "Lamento profundamente que [Rivera de la Cruz] no pueda seguir, pero hay gente de ese partido que me merecen mucho la pena y, si tengo la posibilidad, contaré con ellos", admitió Ayuso en un par de entrevistas radiofónicas en clara alusión a la de Ciudadanos. Unos elogios que repitió también en Europa Press, al defender a la gallega como una "consejera excepcional, leal a su partido como pocos".

Y no fue el único aval que recibió Rivera de la Cruz desde las filas populares, donde en las últimas horas se escucharon palabras de "reconocimiento al buen trabajo de Marta Rivera de la Cruz y a todo su equipo en las peores dificultades", entre otros comentarios que ya no solo parecen un guiño a la lucense sino, directamente, una Opa política a Cs para ficharla.

Lo que ocurre es que a la que hasta hace pocos días era consejera de Cultura y Turismo de Madrid también parecen reclamarla en su actual casa. Ignacio Aguado, vicepresidente y posible candidato naranja si finalmente hay elecciones, se refirió este jueves a su todavía compañera como una "fantástica consejera" y cree que que ella sabe muy bien que "su casa siempre ha sido el centro y seguirá siéndolo mucho tiempo más", dando por hecho su continuidad en Cs.

Así que aunque Marta Rivera de la Cruz pide tiempo antes de pronunciarse o valorar nada y es pronto para saber si piensa continuar en el mundo de la política o bien regresar a su actividad como escritora, a día de hoy lo que parece claro es que ofertas para seguir en las instituciones no le faltan.

Ocurra lo que ocurra, es de dominio público que Marta Rivera entró en la política de la mano de su tocayo Albert y que la sintonía con aquella filosofía de Cs era total, mientras que también es un secreto a voces que no hay tanto feeling con el nuevo impulso dado al partido por Arrimadas, como le ocurre a muchos compañeros.

Con su prudencia habitual, la lucense opta ahora por el silencio hasta que las aguas vuelvan a su cauce. Confesó que, además, todavía está "cerrando" flecos que quedaron en una consejería que tuvo que abandonar antes de lo previsto y a la que, quién sabe, quizás pueda volver algún día.

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