El TSJM aparta a una de las magistradas a la que recusó Silva

La Sala del 77 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha apartado a la magistrada María Tardón, recusada por el juez Elpidio José Silva en el juicio contra él por supuesta prevaricación en su investigación al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa, para "preservar la imagen de la Justicia".

Así lo han acordado los cuatro magistrados que han integrado la sala especial de recusaciones del TSJM, que han rechazado apartar al presidente del tribunal que juzga a Silva, Arturo Beltrán, que continuará así en este procedimiento, mientras que Tardón será sustituida por el magistrado que al que legalmente le corresponda.

Queda aún por ver, señalan fuentes jurídicas, cuándo y en qué punto se retomará el juicio una vez se designe el nuevo magistrado, algo sobre lo que están deliberando el propio Beltrán y su compañero de tribunal Eduardo Urbano.

La sala subraya en un auto que en Tardón "no concurre elemento alguno que cercene su imparcialidad" en relación con esta causa y "no cabría entender que afloren circunstancias que evidencien aquel interés directo o indirecto" al que aludía el acusado, que la recusó por su pertenencia a la Asamblea General de Caja Madrid bajo la presidencia de Blesa.

Así, explican que la magistrada perteneció al citado órgano de Caja Madrid entre 1999 y abril de 2005, cuando se incorporó a la carrera judicial, donde ejerció "amplias facultades de gestión y control", al margen de las relaciones de índole personal que llegara a mantener con Blesa, con quien ella mismo aseguró que no la unía ningún vínculo.

La circunstancia de que fuera consejera, mantiene la sala, "no desvanece por completo la huella dejada" por aquella "relación inicial", lo que "genera la apariencia o sospecha de pérdida de imparcialidad", con la "consiguiente merma de confianza y deterioro de la imagen pública de la Justicia".

Por ello, "con el fin de promover la confianza que deben inspirar los jueces y tribunales en una sociedad democrática", la sala concluye que en el caso de Tardón se dan "indicios objetivos suficientes" de que existe, al menos "en el ámbito de las apariencias", un "interés indirecto" en la causa.

No ocurre lo mismo, sostiene, con Beltrán, sobre el que no existen "dudas o sospechas objetivamente justificadas" que pongan en tela de juicio su imparcialidad.

El TSJM, que ha tomado esta decisión en contra del criterio de la Fiscalía y de las acusaciones particulares, entre ellas la de Blesa, ha rechazado admitir la ampliación de la recusación instada por Silva contra Tardón en la que alegaba, entre otros motivos, que adjudicó un contrato a la empresa Special Events, vinculada a la trama Gürtel, mientras era concejala del Ayuntamiento de Madrid.

Además, acusa a Silva de haber urdido una "estratagema" al alegar como causa de recusación la demanda civil que presentó contra ambos jueces en los juzgados de primera instancia de Madrid, ya que lo hizo el mismo día que recusó a Beltrán y Tardón e interpuso el escrito sin tan siquiera la firma de un abogado.

Y le recuerdan que este tipo de demandas contra jueces de la Audiencia Nacional o de los tribunales superiores de justicia se deben presentar ante el Tribunal Supremo.

La presentación de este incidente por parte de Silva el pasado 24 de abril forzó finalmente al tribunal a suspender el juicio cuando estaba celebrando su cuarta sesión hasta que se resolviera.

Tardón se había negado a abstenerse en la vista un día antes, cuando el acusado se lo reclamó in voce y no por escrito, justificando que su salida de Caja Madrid se produjo mucho antes de los hechos por los que Silva investigaba a Blesa, que datan de 2008.

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