Felipe VI asegura ante la UE que se puede contar con una "España unida"

Los eurodiputados de la Izquierda Plural se ausentaron de sus escaños durante el discurso del monarca en el Parlamento Europeo y dejaron en su lugar banderas republicanas y una independentista gallega. Los de Podemos se quedaron y no le aplaudieron

El rey Felipe VI aseguró este miércoles en la Eurocámara que la UE puede contar con una España "unida y orgullosa de su diversidad", así como leal al proyecto europeo, antes de examinar las perspectivas de la Unión con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande.

Cartel protestaUn encuentro informal de algo más de quince minutos con Merkel y Hollande, auspiciado por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, completó la primera visita oficial del monarca a la sede de la Eurocámara en Estrasburgo.

Del total de 751 parlamentarios, una decena de eurodiputados (pertenecientes a partidos de izquierda, republicanos e independentistas) se ausentaron del pleno antes de la intervención del Rey en señal de rechazo, y exhibieron en sus escaños una pancarta con el lema "Salud y República", una bandera republicana española y otra independentista gallega. Los eurodiputados de Podemos, entre ellos Pablo Iglesias, se quedaron en sus asientos pero no aplaudieron al monarca al término de su discurso.

Cuando se cumplen siete años desde que su padre, el rey Juan Carlos, tomó la palabra por última vez en esta Cámara, Felipe VI se dirigió al pleno –reunido en sesión solemne– desde el pupitre central del hemiciclo, reservado a los invitados especiales, para pronunciar un largo discurso en el que animó a construir "una Europa renovada para un tiempo nuevo en un mundo distinto".

El Rey, que vinculaba este objetivo con el mensaje de su proclamación en favor de "una monarquía renovada para un tiempo nuevo", garantizó a los eurodiputados que pueden tener "la seguridad" de "contar con una España leal y responsable hacia el proyecto europeo, unida y orgullosa de su diversidad, solidaria y respetuosa con el Estado de Derecho".

"No hay alternativa a una Europa unida; tengamos confianza en Europa" y "en nosotros mismos, los europeos" fueron las palabras con que concluyó una alocución, en la que abogó por dotar a la Unión de "un nuevo impulso político" y formular "un nuevo ideal" que "movilice a los ciudadanos a favor de la integración y del proyecto de unidad".

"No es posible concebir España sin Europa ni Europa sin España; soy europeo porque soy español"


Tras considerar irreversible la moneda única y reclamar "una señal clara e inequívoca de que los problemas sociales se encuentran en el centro" del proyecto europeo, se declaró "sobrecogido" por el "desgarrador sufrimiento" de los refugiados que llegan a la UE. Pidió responder "desde la generosidad, la solidaridad y la responsabilidad", porque, según afirmó, "no podemos defraudarles".

Sus palabras recibieron aplausos en varios momentos, como cuando recalcó que "Europa es donde los españoles queríamos estar, donde nos merecíamos estar y donde permaneceremos siempre" o cuando proclamó: "No es posible concebir España sin Europa ni Europa sin España; Soy europeo porque soy español".

Sin aludir expresamente al desafío independentista en Cataluña, el Rey se dirigió así a los parlamentarios: "Europa se ha construido sobre la voluntad de sumar y no restar, de aunar y no dividir, de saber compartir y ser solidarios; tengan, así pues, señorías, la seguridad de poder contar con una España leal y responsable hacia el proyecto europeo, unida y orgullosa de su diversidad".

REFUGIADOS. Sobre la crisis migratoria y la llegada de refugiados a las fronteras de la UE, reclamó "instrumentos de colaboración" con países vecinos para evitar "los desplazamientos masivos, la violencia o la inseguridad", al tiempo que pidió generosidad y solidaridad para responder a los cientos de miles de personas que huyen del fanatismo y persiguen "un proyecto de esperanza".

Schulz, que minutos antes había presentado al rey como un hombre "reflexivo e informado", con "gran experiencia en los asuntos internacionales y europeos", y había deseado que España "siga contribuyendo con su pasión y sus ideas al éxito de Europa", volvió a tomar la palabra tras su intervención para elogiar, "en nombre de todos los eurodiputados", un discurso que calificó de "excelente".

También se declaró "emocionado escuchando el discurso profundamente europeo e inspirador del rey" el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien se reunió con Felipe VI y participó en un almuerzo ofrecido por Schulz al que asistió una treintena de representantes del Parlamento.

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