El PP despide al gerente de Bizkaia al desaparecer 101.000 euros sólo en 2015

Arturo Aldecoa e o contable, Gonzalez Pontes, no pudieron justificar los gastos que han dejado la caja del partido con 100 euros y una deuda de 230.000
Arturo Aldecoa tras un pleno de las Juntas Generales de Bizkaia, en Gernika
photo_camera Arturo Aldecoa tras un pleno de las Juntas Generales de Bizkaia, en Gernika

El PP ha despedido a su gerente en Bizkaia, Arturo Aldecoa, tras haber comprobado que sólo en 2015 desaparecieron 101.000 euros de la caja en gastos sin justificar y que a día de hoy la formación apenas tiene 100 euros de saldo en el banco y acumula una deuda de 230.000 euros.

El presidente del PP de Euskadi, Alfonso Alonso, ha anunciado este martes en una rueda de prensa en Vitoria que este lunes se comunicó a Aldecoa su despido disciplinario por las "graves irregularidades" desveladas tras la auditoría realizada a las cuentas del partido en Bizkaia en 2015.

Las actuaciones de Aldecoa y del contable, Gonzalo Pontes, que será despedido en las próximas horas porque "actuaban conjuntamente", ha dicho Alonso, podrían ser constitutivas de tres delitos: apropiación indebida, falsedad documental y administración desleal, por lo que el PP emprenderá acciones legales cuando concluyan las auditorías de años anteriores.

"No vamos a mirar para otro lado", ha advertido el también ministro de Sanidad en funciones, quien ha expresado su "impresión" de que se trata de un tema de "corrupción personal". Aldecoa actuó de forma "sistemática, continuada y levantó el pie al final de año cuando ya estábamos mirando las cuentas", ha añadido.

En 2015, único análisis de las cuentas ya concluido, los auditores han determinado que de los 127.000 euros que había de caja en efectivo, sólo están justificados gastos por valor de 26.000 euros.

El resto, 101.000 euros, desaparecieron a través de facturas falsas a empresas que no habían trabajado para el partido o que ni siquiera tuvieron actividad en 2015 y a través de cheques nominativos o al portador por supuestos gastos de gerencia o de viajes que carecían "del más mínimo soporte" documental.

REPUTACIÓN DAÑADA. El líder de los populares vascos ha explicado que en septiembre de 2015, cuando se detectaron por primera vez "actuaciones no adecuadas", el PP revocó a Aldecoa y Pontes los poderes para firmar cheques. Sin embargo, comunicar esa revocación al banco les correspondía a ellos mismos, algo que no hicieron para supuestamente continuar con estas prácticas.

Todo ello ha "dañado la reputación" del PP de Bizkaia y le ha causado un "importante quebranto patrimonial", ya que ahora tiene una deuda de 230.000 euros, fruto, al parecer, de la detracción acumulada de cantidades en los años anteriores a 2015, que ahora se auditan, ha explicado. "No sabemos dónde está el dinero pero queremos que lo devuelva", ha advertido Alonso, quien ha avanzado que la deuda será "atendida con el auxilio de la dirección nacional" del partido.

El líder del PP de Euskadi ha apostado por actuar con "transparencia y contundencia" en este asunto y se ha mostrado convencido de que "a la larga" este episodio "hará más fuerte" al Partido Popular.

MOVIMIENTOS DE CAJA SOSPECHOSOS. Las supuestas irregularidades en las cuentas del PP vizcaíno se hicieron públicas el pasado 5 de marzo, cuando apartó de sus cargos al gerente y al contable por movimientos de caja "sospechosos" al cobrar cheques al portador. Posteriormente, el 9 de marzo, un equipo de auditores de la dirección nacional del PP se desplazó a Bilbao para analizar "in situ" las cuentas del partido en Bizkaia.

Dos días después de esa inspección en la sede bilbaína, el presidente de los populares vizcaínos, Antón Damborenea, explicó que se había "comprobado" que esas irregularidades se habían producido y detalló que ascendieron a una suma que oscila entre los 60.000 y los 85.000 euros, aunque ahora la auditoría ha revelado que los gastos sin justificar alcanzaron los 101.000 solo en 2015.

Aldecoa, que ha sido expulsado del grupo popular en las Juntas Generales de Bizkaia donde continúa en el mixto, dice sentirse víctima de una "cacería" relacionada con la próxima renovación de la dirección provincial.

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