El Madrid Arena no disponía de los medios sanitarios ''suficientes''

Según el informe de la clínica médico-forense, la enfermería del edificio no contaba con los medios médicos necesarios para atender a las cinco jóvenes que perdieron la vida la fatídica noche del pasado 1 de noviembre de 2012.

El juez que lleva el caso de la tragedia de Halloween en el Madrid Arena pidió este informe en favor de la fiscalía, probando así la actuación de los doctores Simón y Carlos Viñals. El magistrado determinará, de este modo, si la actuación de los responsables sanitarios fue "la correcta" y si la muerte de las tres jóvenes (Rocío Oña, Katia Esteban y Cristina Arce) asistidas en la enfermería, hubiera sido evitable.

Por otra banda, los peritos aseguran que no existen indicios de ningún tipo de reanimación cardiopulmonar avanzada previa a la del SAMUR. Según el informe, el único tipo de asistencia practicada fue prestada por un equipo de cinco personas, dos de ellas médicos y otra de 81 años de edad "cuya única formación es un cursillo recibido en 1947 como mozo sanitario sobre cómo sacar a heridos de los vehículos", dictaminando así, que no puede llevar a cabo una reanimación efectiva. El número de integrantes resulta "insuficiente", por lo que la maniobra realizada a las víctimas fue "básica". Además, la comunicación de este equipo con el SAMUR fue nula, no se aportó documentación clínica que permitiera acreditar "objetivamente" que los doctores Simón y Carlos Viñals llevaran a cabo intervención médica alguna sobre las víctimas finalmente fallecidas.

Los peritos subrayan que cualquier intervención de un profesional sanitario en el campo de la salud debe quedar plasmada en la documentación clínica que, en este caso, se debería haber puesto en conocimiento de la autoridad judicial, a través de un parte de lesiones. No hay nada que impida elaborar dicho parte de lesiones, una vez que la asistencia haya finalizado, sobre todo, cuando la misma ha tenido un carácter urgente, indican los autores del informe.

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