El Gobierno asegura que el cierre de Garoña ''no tiene vuelta atrás''

El secretario de Estado de Energía, Fabricio Hernández, ha subrayado este martes que el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, "no tiene vuelta atrás".

Así lo ha asegurado en respuesta a preguntas de los periodistas en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde esta misma mañana la presidenta del Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, ha opinado que en función de los resultados de las pruebas de seguridad es "replanteable" que la central siga operando.

En este sentido, ha recalcado que el cierre de la central burgalesa en el año 2013 está "decidido", con independencia de que antes de dicho cierre deba someterse, como las demás plantas, a los exámenes de seguridad.

La decisión, adoptada por el Gobierno y ratificada además por la Audiencia Nacional, "no tiene vuelta a atrás", según ha señalado Hernández.

En cuanto al resto de centrales, ha confiado en tener para finales de este año o principios de 2012 los resultados de las pruebas de seguridad.

Con esos resultados, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) decidirá si alguna de ellas necesita "algún tipo de actuación complementaria" para garantizar la seguridad.

Y sólo en el caso de que alguna de ellas "no pueda cumplir" con las exigencias, el Consejo, "en el ejercicio de sus funciones, tendrá que determinar si la central puede seguir operativa o no", ha añadido el secretario de Estado.

Hernández ha recordado que la política del Gobierno español en relación a las centrales nucleares "ha sido, es y seguirá siendo una política basada en la seguridad".

Según ha explicado, se trata de un documento "con gran respaldo parlamentario" y, por eso, le resulta "sorprendente" que se esté "sacando a la luz" este debate "cada dos por tres".

Hernández ha recordado que ese documento prevé un mix energético "diversificado" y no contempla "ninguna novedad" en torno a las actuales centrales nucleares, que seguirían por tanto operativas, "al menos, hasta 2020", con la excepción de Garoña.

En palabras del secretario de Estado, "otra cosa es el horizonte 2030 ó 2050", por los avances tecnológicos que se pueden producir y por la evolución de la demanda. Por tanto, no se pueden tomar aún decisiones, aunque desde su punto de vista, "todas las tecnologías pueden tener cabida".

Por último, preguntado por la energía eólica, ha confiado en tener terminado antes de que acabe el año el nuevo marco normativo, que aportará "mayor certidumbre" para su desarrollo

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