El exdirector de la SGAE asegura que Bautista fue el que 'puso' y le 'dio poder' a Neri

El exdirector general de la SGAE, Enrique Loras, aseguró que fue Eduardo Bautista, como jefe ejecutivo, quien llevó a José Luis Rodríguez Neri a la sociedad de autores y a quien le habría correspondido poner fin a la situación cuando comenzaron las críticas sobre la empresa subcontratada Microgénesis.

Así consta en la declaración que realizó Loras como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que instruye el sumario por un supuesto desvío de fondos a través de un entramado de empresas vinculadas a la Sociedad General de Autores y Editoras (SGAE), entre ellas Microgénesis, que fue presidida por Neri, el exdirector general de la SDAE, filial digital de la sociedad de autores, y al que las investigaciones sitúan al frente de la trama.

En contra de lo asegurado por el propio Bautista, también imputado en la causa, Loras se muestra "totalmente" seguro de que fue el expresidente del Consejo de dirección de la SGAE quien llevó a Neri a la SGAE.

A preguntas del juez sobre el momento en el que la entidad de gestión dejó de contratar en el mercado libre y se decidió la creación de la filial digital, la SDAE, Loras asegura que fue en el momento en el que llegó Neri cuando se decidió que todo "basculase" hacia él.

"El máximo ejecutivo es Eduardo Bautista. Y él es el que de alguna forma optó, en grado de confianza, que José Neri se encargara de todas esas cosas", destacó el exdirector general de la SGAE.

Preguntado por si, una vez constituida la SDAE y a la hora de contratar se comparaban precios en el mercado o se adjudicaban todos los contratos a las sociedades marcadas por Neri, Loras asegura desconocerlo, pero reconoce que había un rumor de la situación que existía con Microgénesis respecto a que "no era la más correcta", y que se denunció en una asamblea general en 2007.

Según el exdirector general de la SGAE, a Bautista es quien habría correspondido poner fin a esa situación por su cargo ejecutivo.

Loras, que cifró su sueldo mensual en unos 10.000 euros "limpios", ocupaba desde 1990 la dirección general de la SGAE y firmaba en representación de esta entidad los contratos que se suscribían con la SDAE.

No obstante, aseguró en su declaración que cuando firmó el 1 de enero en nombre de la SGAE el proyecto Teseo de digitalización y Neri lo hizo en nombre de la SDAE, como único empleado y director, no tuvo conocimiento de que inmediatamente después éste firmara con Microgénesis la subcontratación.

El exdirector general sostuvo en su declaración que era la SDAE la que redactaba los contratos y que él se limitaba a firmar.

Por su parte, el exdirector económico y financiero de la SGAE, Ricardo Azcoaga, también imputado, negó conocer si Bautista sabía de las subcontrataciones que hacía la SDAE.

Respecto a la conversación telefónica que mantuvo con Neri, en la que éste le expresa sus temores de que una auditora externa se hiciera con datos sobre la contabilidad de la SGAE, Azcoaga dijo al juez que en "esos comentarios que me pudo hacer en ese momento determinado le podría estar dando la razón como a un tonto para que me dejara en paz".

A preguntas del magistrado, Azcoaga aseguró también que Neri y Bautista tenían interés en que se llevara a cabo la disolución de la SDAE antes del 30 de junio, aunque no porque esta fecha coincidiera con las elecciones a la Junta Directiva de la SGAE o que se hablara de ocultar las deudas de la filial digital en la Sociedad General ante la posibilidad de que otros socios pudieran ganar los comicios.

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