El Congreso aprueba alargar el estado de alarma con la abstención del PP

El Congreso ha autorizado al Gobierno, con los votos a favor del PSOE, CiU, PNV y CC y la abstención del PP, a prorrogar el estado de alarma hasta el 15 de enero para consolidar la normalidad en el tráfico aéreo y afrontar la "alarma social" que ha generado la crisis de los controladores aéreos. Se han opuesto a la medida BNG, NaBai, UPyD y ERC-IU-ICV, el único grupo que había presentado una propuesta de resolución, que ha sido rechazada por el pleno.

Desde la tribuna, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha advertido previamente de las consecuencias "demoledoras" que tendría una situación "siquiera similar" a la del día 3, con pérdidas de "miles de millones" de euros. Para el Gobierno, la mera incertidumbre representa "un coste inasumible para el país".

Según ha argumentado Jáuregui, la sociedad no ha recuperado una percepción de  normalidad del tráfico aéreo y, además, persisten incertidumbres sobre el próximo futuro, una inquietud que comparten tanto los ciudadanos como los representantes de los sectores vinculados a la navegación aérea. A su juicio, el Gobierno tiene la obligación de garantizar la normalidad del tráfico aéreo mientras subsistan las causas subyacentes que provocaron el "chantaje", especialmente en días "tan sensibles" para los ciudadanos y la economía como los actuales.

Ha aclarado igualmente que los controladores aéreos tienen todos sus derechos "intactos", incluidos el de libertad sindical, negociación colectiva y libertad de expresión. "Algo más de 2.000 controladores están movilizados para que 47 millones de españoles no vean perturbados gravemente sus derechos, para que la economía de nuestro país no se vea gravemente afectada y para que España cumpla sus compromisos en el tráfico aéreo internacional", ha resaltado. Para el ministro de la Presidencia, tanto el decreto de estado de alarma como la prórroga del mismo son una respuesta proporcionada a la gravedad de los hechos ocurridos.

El PP se abstiene
El grupo popular ha justificado su abstención sobre la prórroga del estado de alarma porque quieren "proteger a los ciudadanos de la incapacidad" del Gobierno para garantizar la normalidad aérea sin echar mano de medios excepcionales.

La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, ha señalado que la prórroga es una decisión a la que "no se opondrá" pero que tampoco puede respaldar "de ningún modo". Ha arrancado en varias ocasiones los aplausos de su grupo al arremeter duramente contra la gestión del Ejecutivo, que a su juicio "ha perdido la capacidad, la autoridad y el tiempo para resolver el conflicto de los controladores dentro de la normalidad constitucional".

Las críticas de Sáenz de Santamaría se han dirigido a los principales miembros del Ejecutivo implicados en esta crisis, empezando por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por no salir a la tribuna a defender una petición "endeble en sus motivos y cuestionada en su alcance". A su juicio, el Gobierno debería haber consultado al Consejo de Estado o al menos contar con informes jurídicos de peso para justificar un estado de excepcionalidad al que no tuvieron que recurrir "ni Adolfo Suárez, ni Calvo Sotelo, ni Felipe González, ni José María Aznar".

Para Sáenz de Santamaría, el Gobierno "no se ocupa de los problemas hasta que le desbordan", se disfraza de "autoritario" para disimular su "falta de autoridad" y siempre acaba por causar daños "irreversibles" a los ciudadanos y a la imagen del país.

Zapatero se encontraba en el hemiciclo, pero ha sido Jáuregui, el encargado de defender la iniciativa, ya que el presidente debía viajar a Bruselas a una cumbre antes de terminar la sesión. "Trece días después (de la declaración del estado de alarma) no comparece el presidente, ni el vicepresidente, ni siquiera el ministro de Fomento, sino el último que ha llegado al Consejo de Ministros", ha espetado la portavoz.

CiU, PNV y CC apoyan al Gobierno
CiU, PNV y CC se han mostrado a favor de la prórroga del estado de alarma para garantizar la movilidad de los ciudadanos.

El portavoz de CiU en la Comisión de Fomento del Congreso, Pere Macías, defendió la postura de su grupo de votar afirmativamente por estar plenamente convencido de que la "prioridad" no es otra que garantizar en estas fechas navideñas la circulación libre de los ciudadanos, aunque destacó que "no vamos a apoyar otra medida igual a partir del 15 de enero". Según el diputado, no se puede consentir que a día de hoy los ciudadanos estén dudando si van a poder coger una avión durante la Navidad, y por eso "apoyamos esta prórroga", aunque fue muy claro al añadir que solicitan una profunda revisión de lo sucedido desde abril y que se retomen las negociaciones con los controladores.

Por su parte, el diputado del PNV, José Ramón Beloki, que se mostró también a favor de la prórroga, aludió a la situación vivida, que fue "muy grave", y habló de que esta situación no es sino la consecuencia de la cesión por parte de las autoridades de las exigencias de los privilegios laborales dados a los controladores.

La diputada de Coalición Canaria Ana Oramas expuso la situación grave que vivió Canarias los días 3 y 4, cuando, dijo, "estuvimos aislados y secuestrados", y calificó esas fechas de "temibles", porque "no sólo cogemos los aviones para ir de vacaciones.Oramas lanzó una pregunta a la Cámara: ¿se imaginan ustedes que un día se cerraran también las autopistas y que no funcionasen los trenes?.

El Grupo Mixto, ERC y IU-ICV dicen 'no'
ERC, IU-ICV, BNG, UPyD y Nafarroa Bai han votado en contra de la prórroga porque la medida revela la ''incapacidad del Gobierno'' para resolver el conflicto con los controladores y que supone una ''cortina de humo para evitar hablar de la economía''.

Desde el BNG, su portavoz, Francisco Jorquera, ha recordado las dudas jurídicas que existen sobre la constitucionalidad de la medida de alarma, a pesar de lo cual ahora el Gobierno actúa como el refrán: "si no quieres caldo, dos tazas". Jorquera ha opinado que el Ejecutivo "sobreactúa" y en que todo eso es una cortina de humo para ocultar otros debates.

Joan Ridao, portavoz de ERC, ha apuntado que la motivación que esgrime el Gobierno para decretar un estado de alarma "vegetativo" es "endeble, escasa y peregrina" y le ha instado a resolver el problema de los controladores en vez de "anestesiarlo". "No es tiempo de dar más golpes de autoridad", ha sentenciado, antes de lamentar que al Ejecutivo no se le ocurra ninguna fórmula "civil" para solucionar un conflicto laboral.

Desde IU-ICV, Gaspar Llamazares ha insistido en que en democracia el fin no justifica los medios, ha recordado que no se cumplían los requisitos necesarios para decretar el estado de alarma y, ahora, ha añadido, no se puede "torcer" la Constitución y prolongar ese estado. En su opinión, todo esto es en realidad una "cortina de humo" para que los ciudadanos no se acuerden de la economía, una actitud que "tiene consecuencias" y que sienta un mal precedente para el futuro. A este respecto, Llamazares ha confiado en que no se vuelva a adoptar una medida así, "no vaya a ser que alguien de este Gobierno después quisiera nombrar cónsul a su caballo".

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