El conductor del autobús niega ante la juez haberse quedado dormido

El conductor del autobús en el que el lunes perdieron la vida nueve personas en Tornadizos (Ávila) negó ante la juez haberse quedado dormido en el momento en el que se produjo el siniestro.

R.G.S., de 54 años, dijo ayer a la juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Ávila que "dormido no se quedó" y que "tampoco dio ninguna cabezada", según su declaración judicial.

La juez le preguntó sobre lo sucedido en torno a las 8.45 horas del lunes, a lo que él manifestó haber escuchado "un golpe en la parte trasera" en un momento en el que el vehículo ya transitaba "con el freno eléctrico para bajar pendientes y retener la velocidad". Al respecto dijo desconocer a qué se debió ese ruido, si bien señaló que pudiera ser motivado por "las bandas que hay en la carretera".

En el instante del ruido, el conductor reconoció que llevó a cabo una "maniobra girando hacia la izquierda" y que el autocar "seguía rozando hasta que pudo parar" junto a un quitamiedos que impidió que el vehículo volcara cuando circulaba "a menos de 90 kilómetros por hora".

Sobre la situación en la que realizó el viaje, el conductor dijo haberse levantado sobre las 6.30, tras haber trabajado el día anterior hasta las 23.30, momento en el que se quedó "revisando el autobús". Asimismo, comentó haber cenado "sólo fruta" y tomarse "un ibuprofeno" por la mañana, ya que había padecido "lumbago".

Respecto a su trayecto, dijo haberlo realizado "en condiciones normales" y señaló que en el instante del accidente, al notar el golpe, "se le fue el coche hacia la derecha, intentó enderezar y perdió el control golpeando en la parte derecha y se salió". Además, R.G.S. aseguró no haber notado "ningún fallo" en el autocar.

El conductor insiste en que desconocía cómo perdió el control y que le pudo llegar a deslumbrar el sol, para después señalar que no tenía "ningún tipo de presión para llegar a determinada hora". Tras señalar que el autocar cuenta con dos cinturones de seguridad, añadió que en el tramo del accidente estaba "bien", ya que la existencia de varias curvas "exigía mayor atención".

Al serle concedida la palabra por la juez, el conductor del autocar manifestó su deseo de "pedir perdón por el daño que pueda haber ocasionado".

Tras su declaración, el fiscal solicitó que se le privara cautelarmente del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.

Finalmente, la juez decretó libertad provisional, comunicada y sin fianza para el conductor, investigado por "nueve posibles delitos de homicidio imprudente".

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