La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha restado peso al anuncio del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, de que se reducirá la contratación en origen de los inmigrantes en 2009 hasta aproximarse "al punto cero" y aclaró que habrá "las contrataciones en orgen que se necesiten".
En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega defendió la utilidad y la eficacia de estos contratos, aunque destacó la importancia de que se ajusten a las necesidades del mercado laboral. Sin embargo, aseguró que "el objetivo" del Ejecutivo en esta materia no ha variado, esto es, que la inmigración se produzca de una forma "legal y ordenada".
En busca del equilibrio
En este sentido, la vicepresidenta subrayó la relación que existe entre el mercado laboral y la inmigración "legal y ordenada" y precisó que uno de los instrumentos fundamentales para conseguirlo son los acuerdos de cooperación con los países "emisores" para regular los flujos migratorios.
"Vamos a seguir profundizando en esa línea", aseveró la vicepresidenta, quien aseguró que el Gobierno ha buscado "siempre" el equilibrio entre la contratación en origen y las necesidades de la economía y del mercado de trabajo español.
De la Vega señaló además que las comunidades, los ayuntamientos y los agentes sociales son los encargados de fijar estas necesidades y dijo que "esa es la posición del Gobierno y la que el ministro intentó explicar hace dos días".
El ministro de Trabajo anunció tras mantener una reunión con sindicatos y empresarios que la contratación de extranjeros en su país de origen se limitará en 2009 a los convenios internacionales firmados por España o a contratos de especialización, pues en su opinión "no parece razonable" recurrir a la contratación en origen con una cifra de 2,5 millones de desempleados.
