La palabra que mejor resume el ánimo de la sociedad española en estos momentos es desconfianza. Una sensación que se traslada y contamina prácticamente todos los ámbitos de la vida pública: desconfianza hacia el Gobierno y su gestión de la crisis sanitaria del Covid-19, desconfianza hacia la clase política ante la falta de liderazgos claros, desconfianza sobre la capacidad de los representantes de alcanzar un amplio consenso sobre medidas para la salida de la crisis y desconfianza en el futuro económico y su impacto en el empleo.
Eso es lo que se desprende de la encuesta realizada por Instituto DYM entre los días 23 y 25 de marzo, seis semanas después de decretarse el estado de alarma, que muestra el impacto que está teniendo el Covid-19 en la realidad política y social y cuya segunda entrega recoge nuevos datos.
En relación con su actuación frente a la crisis sanitaria, el Gobierno empeora su valoración respecto a los resultados de hace un mes, suspendiendo de forma clara. Recibe una nota media de 3,7 sobre 10 –fue de 3,9 en la ola previa–.
Es aprobado por los votantes del PSOE (5,8) y los de Unidas Podemos (6,4), entre los cuales ha aumentado sus apoyos en las ultimas semanas, y le suspenden los votantes de los principales partidos que forman la oposición: Ciudadanos (2,5), PP (2,1) y Vox (1,0), todos ellos acrecentando su descontento durante el último mes.
PILOTAR LA SALIDA. En este clima solo el 31,3% de las personas entrevistadas cree que el Gobierno actual está capacitado para sacar al país de la crisis. Sin embargo, tanto en este apartado como en el anterior se sigue reflejando el tremendo distanciamiento entre bloques ideológicos que sigue marcando la política: mientras que entre los votantes de PSOE y Podemos la confianza en la capacidad del Gobierno está muy por encima del 60%, en el bloque PP, Vox y Cs ni se acerca al 10%.
Como alternativa a esta situación, cerca de la mitad de los españoles, el 46,1%, considera que un gobierno de concentración formado por PSOE y PP sería más eficaz que el Gobierno actual. Esta posición está mayoritariamente apoyada por los votantes de PP, Vox y Cs y en el espectro que va del centro a la derecha. No obstante, es destacable que entre los votantes del PSOE son mayoría aquellos que creen que un gobierno PSOEPP sería más efectivo que el actual (48,0% frente al 33,3%).
DISPOSICIÓN AL ACUERDO. Sin embargo, llama la atención que los ciudadanos también desconfían de que los partidos tengan voluntad real de llegar a acuerdos; pero, sobre todo, esa desconfianza se centra en este caso en los que se sitúan más a la derecha del espectro político y los que más duros están siendo en la labor de oposición al Gobierno: solo el 37,6% cree que el PP esté dispuesto a facilitar esos acuerdos, mientras que en el caso de Vox es el 14,2%, solo por delante de los independentistas de Junts per Cat (10,3%).
Por el contrario, los partidos que son percibidos con mayor voluntad de acuerdo con el resto para la salida de la crisis son Ciudadanos (55,1%), PSOE (53,%) y Unidas Podemos (44,8%).
INTENCIÓN DE VOTO. Como es lógico, la degradación de la valoración e imagen del Gobierno está afectando ya de una manera clara a la intención de voto de los españoles. La estimación de voto de los principales partidos muestra que se empiezan a dar cambios significativos frente a los resultados de las elecciones generales del pasado 10 de noviembre.
El PP se muestra como el principal beneficiario político de la crisis, sufriendo el PSOE el desgaste de la gestión de la misma, del que se mantiene a salvo por ahora Podemos. Pese a todo, se sigue manteniendo el ranking del resultado electoral, con el PSOE (25,1%) en primer lugar, seguido del PP (22,4%), pero la distancia actual se reduce solo a 2,7 puntos, desde los 7,3 de la cita electoral.
Podemos, socio de gobierno, pero con escasa visibilidad en la toma de decisiones y comparecencias públicas, mantiene por ahora su posición sin sufrir un castigo relevante. Vox, Ciudadanos y Más País siguen manteniendo apoyos muy similares a los obtenidos hace seis meses.
En su conversión a diputados, el PSOE vería sus actuales 120 reducidos a entre 108-112. La horquilla del PP se situaría entre 99 y 103, muy por encima de los 89 que cosechó en noviembre. Vox y Podemos se mantendrían más o menos en sus números actuales, mientras que Ciudadanos podría subir entre dos y cuatro diputados desde los diez que logró conservar en su desplome del 10-N.
No obstante, especular con posibilidades de pactos postelectorales sería bastante infructuoso sin conocer cómo se comportarían partidos ahora tan decisivos como ERC o PVN.
LÍDERES. Todos los líderes políticos suspenden en la valoración frente a la actuación ante la crisis del coronavirus. Aun así se observan cambios relevantes respecto a la ola previa. Crece la valoración de Inés Arrimadas, siendo la mejor valorada, con un 3,9, seguida de Pedro Sánchez que pierde la primera posición y baja a un 3,7, empatado con Pablo Casado.
Economía. Bajarse el sueldo para mantener los empleos
En cuanto al impacto económico y laboral originado por el coronavirus, la desconfianza que impregna todos los datos del sondeo se refleja en que casi la mitad del total de las personas con empleo antes del confinamiento ven en riesgo en algún grado su trabajo o lo han perdido ya. Esta percepción de riesgo en el empleo hace que mientras que el 37,0% de las personas con empleo no aceptaría ninguna rebaja salarial para mejorar la situación financiera de su empresa, hay un 56,8% que aceptaría una rebaja de sueldo temporal.
Aplazar compras
La desconfianza ante la situación económica y su impacto en el empleo se refleja en que el 57,7% de las personas encuestadas han decidido retrasar alguna compra o inversión a causa de la crisis del coronavirus. Esta paralización en la toma de decisiones de compra es más relevante en los segmentos de edad más jóvenes.
