El caso de Malasaña: la Fiscalía decide si imputa al joven por simulación de delito

Bronca política: la derecha pide la dimisión de Marlaska y el ministro asegura que no fue informado hasta el miércoles de las sospechas de que la denuncia era falsa
La calle de la Palma, en Malasaña. GOOGLE MAPS
photo_camera La calle de la Palma, en Malasaña. GOOGLE MAPS

La Policía Nacional ha enviado al juzgado el atestado completo de la investigación sobre el joven de 20 años que denunció haber sido agredido en el barrio madrileño de Malasaña, cuando en realidad fueron lesiones consentidas, y será la Fiscalía quien decida si le imputa simulación de delito.

Según han informado a Efe fuentes de la investigación este jueves, los agentes ya han enviado el atestado completo a los juzgados de Plaza de Castilla con todos los detalles de las pesquisas y la confesión del joven.

La investigación del caso, que ha suscitado un amplio debate sobre el repunte de los delitos de odio y la homofobia, dio un giro este miércoles, cuando, ante la inconsistencia de su primera declaración, la Policía Nacional tomó una nueva declaración al denunciante, quien confesó haber inventado la agresión: "Se me fue de las manos".

LA CONFESIÓN. Tras varias horas de interrogatorio, el chico se desmoronó y admitió que las heridas fueron consentidas mientras mantenía relaciones sadomasoquistas con otras dos personas, con las que contactó por redes sociales, en otra vivienda.

En su declaración manifestó que, cuando llegó a su domicilio, su novio le curó las heridas y le urgió para que fuera a un centro sanitario.

En este hospital, la enfermera que le atendió le dijo que tenía que denunciar los hechos, porque pondrían el delito en conocimiento de la Policía Nacional. Por ese motivo, para esconder la infidelidad, acudió en la tarde del domingo a la Comisaría de Centro para interponer una denuncia.

Desde ese momento, la Policía Judicial de Centro y la Brigada Provincial de Información iniciaron las pesquisas analizando las cámaras de la calle Palma y tomando declaración a los vecinos y comerciantes.

Sin embargo, estas investigaciones no dieron sus frutos ya que nadie había visto nada y en las cámaras no salía un grupo similar al que el joven relató.

Esto motivó las sospechas de los policías, que pidieron en numerosas ocasiones la colaboración de la víctima. Incluso llegaron a investigar a su expareja por si hubiera estado relacionado con los hechos.

Otro de los aspectos que más dudas generaron a los agentes es que pidieron al joven la ropa que vestía cuando sufrió la agresión y alegó que la había lavado después.

La Policía Científica intentó recabar pruebas en el supuesto escenario de la agresión pero no pudo conseguir nada. La Policía Nacional también se pondrá en contacto con las otras dos personas participantes en el acto sexual para corroborar la versión del joven y si las heridas de verdad fueron consentidas.

Tras su declaración, el joven señaló a su regreso a casa, según recoge Telecinco: "Yo no quiero hablar con nadie, lo único que quiero es que me trague la tierra". 

Por otra parte, ABC tuvo acceso a la denuncia efectuada por el joven el domingo, en la que relató cómo ocho encapuchados los asaltaron al grito de "maricón, eres un maricón". "Me agarraron de piernas y brazos. Me arrancaron la camiseta y la gorra. Me bajaron los pantalones, la ropa interior y me rajaron los dos cachetes del culo", dijo en Comisaría.

BRONCA POLÍTICA. Mientras el PP, Vox y Ciudadanos piden al ministro del Interior que dimita o dé explicaciones por "usar políticamente el caso", Fernando Grande-Marlaska defendió este jueves que la Policía no le trasladó hasta el miércoles sus sospechas sobre la falsa denuncia.

El ministro también aseguró que "no señaló" a Vox sino a "determinadas declaraciones" y que "seguirá coordinando" la lucha contra la "lacra" del discurso de odio.

Mientras, desde formaciones como Unidas Podemos o Más País sostienen que la falsa denuncia de Malasaña no tapa el incremento de los delitos de odio.

¿Por que no es una denuncia falsa?
El joven de 20 años que denunció haber sufrido una falsa agresión homófoba en el madrileño barrio de Malasaña podría afrontar una pena de hasta doce meses de multa por simulación de delito, dado que los hechos no encajarían en el tipo penal que implica una denuncia falsa y que sí conllevaría a una pena de hasta dos años de cárcel. 

El caso de la agresión homófoba dio un vuelco después de que la falsa víctima confesara a la Policía que interpuso una denuncia simulada a instancias de su novio, que desconocía lo ocurrido, y para ocultarle que las laceraciones que tenía en el glúteo fueron fruto de una práctica masoquista consentida con otros dos hombres. 

Los hechos encajarían en un delito de simulación de denuncia del artículo 457 del Código Penal, según apunta el abogado penalista Juan Gonzalo, del despacho Ospina Abogados, consultado por Europa Press. 

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