Condenado a casi dos años un profesor de Ponferrada por acosar sexualmente a una alumna

El juez considera válida la grabación que la chica realizó a su maestro en el año 2008, en la que se oía cómo él le pedía favores sexuales a cambio de mejores notas

El Juzgado de lo Penal número 1 de Ponferrada (León) ha condenado a casi dos años de cárcel al profesor del campus del Bierzo de la Universidad de León Rubén G.P, por los delitos de acoso sexual y abuso de la función pública con solicitud de favor sexual a una alumna. El docente, que imparte clases en la Escuela de Ingeniería Agraria de Ponferrada, fue denunciado por una estudiante, que dijo haber sido víctima de acoso sexual hace una década.

El magistrado argumenta la sentencia en que el testimonio de la víctima es "creíble, verosímil, coherente y sin contradicciones", por lo que considera probado que el profesor se dirigió a la alumna "con propósitos sexuales" insinuando que podía conseguir mejores notas si "se prestaba a mantener algún tipo de relación sexual con él".
La resolución judicial añade que la declaración de la joven se ha visto reforzada por otros testimonios de testigos y de otras estudiantes que sufrieron también ese acoso.

El condenado no podrá acercarse a menos de quinientos metros de la víctima, su domicilio o lugar de estudio o trabajo por tres años



Además, considera válida la grabación que la chica realizó a su profesor en el año 2008, en la que se oía esa petición de favores sexuales a cambio de mejores notas. Asimismo, el juez añade en su sentencia que no hay pruebas que avalen que la denuncia se hizo sólo para perjudicar al maestro, como defendió el acusado durante el juicio. Por último, cree que el testimonio del docente sí presentó contradicciones.

Rubén G.P. ha sido condenado a cinco meses de prisión por un delito de acoso sexual, además de otro año, seis meses y un día por abuso de la función pública con solicitud de favor sexual. A la condena se suma la inhabilitación para el ejercicio de la función pública durante nueve años y la inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo que dure la condena.

Por último, no podrá acercarse a menos de quinientos metros de la víctima, su domicilio o lugar de estudio o trabajo por tres años. Tampoco comunicarse con ella por ningún medio y deberá pagarle 6.000 euros por el daño moral causado.

Durante el juicio, celebrado la ultima semana de septiembre, el ahora condenado negó los hechos que se imputaban y aseguró que se sentía víctima de un "complot". Sostuvo que era víctima de una conspiración de la dirección de la Escuela contra el equipo rectoral, "al que se le había declarado una guerra sin cuartel".

La víctima declaró que durante dos cursos, de 2006 a 2008, el profesor le insinuó que existían "distintas maneras de aprobar" y le suspendió en tres ocasiones dejándole claro los términos que serían necesarios para subirle o bajarle la nota. Grabó incluso una de las últimas revisiones de exámenes, que eran los momentos en los que el acusado supuestamente le realizaba esas insinuaciones.

En la última jornada del juicio, la fiscalía introdujo una nueva tipología para incrementar la condena solicitada, ya que consideró que este caso se incluye en el artículo 443 del Código Penal por ser una disfunción en la función pública y de manera reiterada, además del acoso sexual. Por ello, elevó a petición de pena de 6 meses cárcel a 1 año y siete meses.

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