Tres presidentes autonómicos socialistas -la andaluza Susana Díaz, el extremeño Guillermo Fernández Vara y el valenciano Ximo Puig- y el líder de Ciudadanos han arremetido contra las palabras de Cristina Cifuentes sobre la sanidad y la educación de Andalucía, un discurso que creen que "divide" y le piden abandonar.
Un día después siguen sucediéndose las críticas a las palabras de la presidenta madrileña, que ayer, durante la sesión del control al Gobierno en la Asamblea de Madrid, dijo que los madrileños están pagando 3.000 millones "para que los andaluces tengan sanidad y educación".
Susana Díaz ha lamentado los "ataques" a Andalucía por parte de Cifuentes y ha pedido al PP que se "hagan ver" si llevan a cabo un "patriotismo de boutique que se envuelve en banderas pero a la hora de la verdad divide a los españoles".
Bajo su punto de vista, quienes plantean esos debates al final acaban haciendo lo mismo "que quienes quieren romper España", y ha recalcado que no es "nuevo" que el PP mantenga esta postura, aunque ha dicho que ella pensaba que Cifuentes "era diferente" y ahora ve "que no", porque en el PP siempre sale "el clasismo, el desdén con el que atacan a los andaluces".
Guillermo Fernández Vara ha opinado que Cifuentes "haría bien en rectificar" porque "España no puede permitirse el lujo de empezar a reprocharnos qué nos damos o nos quitamos unos a otros".
El presidente extremeño ha añadido que no le preocupa lo que digan los nacionalistas porque "cumplen con su papel", pero sí "le preocupa que gente no nacionalista digan lo mismo".
Para el presidente president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, la actitud de la presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina es "absolutamente insólita" y cargada "no solo de falta de solidaridad, sino de falta de razón, porque lo que está diciendo no es verdad".
"Creo que es obvio que Madrid parece que ha iniciado aquello que decía Helenio Herrera: la mejor defensa es un buen ataque", ha dicho Puig, quien ha recordado que la situación que vive España en estos momentos es "vergonzosa desde el punto de vista de financiación autonómica y de los desequilibrios territoriales".
Desde Ciudadanos su presidente, Albert Rivera, ha opinado que Cifuentes estuvo "desafortunada" y ha sostenido que "no esperaba que fuera ella quien abanderara ese discurso".
"Lo que tiene que hacer es ayudar a hacer un debate tranquilo y sereno sobre financiación autonómica y no echar leña al fuego antes de que empiece el propio debate", ha defendido Rivera, quien ha pedido al PP que abra ese debate y que "en vez de hacer acusaciones falsas o dividir a los españoles nos dediquemos a unirles".
Por su parte, el líder andaluz de Ciudadanos, Juan Marín, ha insistido en que la reprobación que este grupo quiere presentar en el Parlamento andaluz debería salir adelante "por unanimidad", y ha instado al PP a que "defienda el interés de los andaluces por encima de su partido por una vez".
Juanma Moreno, líder del PP andaluz, ha revelado que ayer llamó a Cifuentes para "pedir explicaciones" y la ha justificado asegurando que cuando se hacen intervenciones públicas "a veces estás más afortunado y a veces más desafortunado".
El ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, no ha querido comentar las palabras de Cifuentes, y se ha remitido a las explicaciones que ha dado ella misma.
Desde el PP, su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, ha dicho que el "problema" de la financiación en Andalucía es que "hay menos (personas) que pagan más".
Hernando ha lamentado los "debates desafortunados" entre los que hacen alardes y los que permanentemente hacen victimismo", y ha instado a la presidenta andaluza, Susana Díaz, a hacer que en esta comunidad "haya más personas que puedan pagar para mejorar los ingresos".
En defensa clara de Cifuentes ha salido su consejera de Economía, Empleo y Hacienda, Engracia Hidalgo, quien ha calificado de "profundamente injusta" las críticas que está recibiendo cuando la presidenta madrileña "defiende siempre la solidaridad y prestación de servicios públicos".
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Aluvión de reacciones en su contra tras decir que madrileños están pagando 3.000 millones "para que los andaluces tengan sanidad y educación"
