Unos 109 miembros de la Brigada de Infantería Ligera Galicia VII partieron hacia Afganistán desde la base militar de Lavacolla. Se trata del primer contingente de los tres que se desplegarán en los próximos 15 días para relevar durante cuatro meses a las tropas españolas, en un país donde los enfrentamientos se prolongan desde la llegada de las fuerzas estadounidenses en 2001.
Los militares procedentes de la base de Figueirido(Pontevedra) llegarán en un vuelo directo a la base aérea de Manas, en el vecino Kirguizistán, sobre las 22.00 horas, según informaron fuentes militares.
La misión de estos profesionales será la de apoyar al Gobierno afgano en la provincia de Badghis, contribuyendo al restablecimiento de la paz en la zona. ''Es un país difícil y conflictivo, pero ya llevamos unos cuantos años en la zona y sabemos que hay riesgos'', constataba el General Prieto minutos antes de la partida del contingente en una emotiva ceremonia en la que no faltó el son de las gaitas.
Mayoría de gallegos
En una región marcada por la violencia de los grupos talibanes y por la inestabilidad política, la encomienda de estos jóvenes, en su mayoría gallegos, será la de mantener la gobernabilidad, así como ayudar en las labores de reconstrucción. Algunos ya conocen la zona, pues estuvieron trabajando en la base principal de operaciones en Herat hace dos años. Esperando que la suerte acompañe al grupo, el mando de la base pontevedresa destacó la ''elevada'' preparación de los militares, al tiempo que trató de tranquilizar a los familiares presentes en la pista con el convencimiento de que ''volverán todos'' sanos y salvos dentro de cuatro meses ''para disfrutar de las playas gallegas''.
Una veintena de los profesionales son mujeres. Este es el caso de Paula Recouso, una vecina de Pontedeume de 22 años, de la que esta tarde se despidieron su madre y su hermana sin poder evitar el llanto. ''Marchaba contentísima tanto por la experiencia que le supondrá como por el dinero, que en los tiempos que corren no viene mal'', constataba emocionada la madre de la joven militar. La carrera castrense de Paula dura ya cuatro años, un tiempo en el que incluso encontró a su pareja entre los compañeros de la Brilat.
Pese a la dificultad de la misión, el lucense Alejandro Regueiro, de 24 años, también partió ''sereno y contento''. Así lo explicaba su familia en Lavacolla al tiempo que veían alejarse el avión en el horizonte. ''Casi todos son unos niños'', constató con emoción Estrella Fernández, la madre de este joven electricista al que la vocación le llevó sumarse a las filas del Ejército. Natural de Begonte, ésta es ya la segunda vez que parte hacia Afganistán.
Con un bebé de tres meses, la viguesa Iria de Rosa lleva con resignación la ausencia de su marido, pese a que ésta es ya su tercera misión. ''La soledad, que suene el teléfono por la noche y pensar que es algo malo es lo que peor llevo'', afirmó la joven a la salida del aeródromo. Con 32 años, este militar madrileño afincado en la ciudad olívica ya ha estado en Afganistán y en Kosovo, y lleva un año destinado a la base de Figueirido.
Otras misiones
Además de la misión de paz desarrollada en Afganistán, la brigada con base en Figueirido también está presente en Kosovo y en el Líbano, hacia donde partirá en abril otro regimiento. La situación social y política de la república islámica hacen que por el momento sea imposible determinar cuantos años durará la misión de las fuerzas de pacificación, aunque el General Prieto calculó que se prolongará durante unos 10 o 12 años. ''Esperemos poder decir algún día que, como en Bosnia, la situación se arregló gracias a la colaboración de todos los países, entre ellos España'', manifestó el general.
Las tropas iniciaron su despliegue en Afganistán en 2002, tras la incursión estadounidense en el marco de la operación 'Libertad duradera', emprendida tras el ataque contra las Torres Gemelas. En la actualidad, unos 800 soldados españoles trabajan para devolver la normalidad a la zona, dentro de la misión ISAF de Naciones Unidas. La unidad de la Brilat estará al mando del Coronel de Infanteria Diplomado de Estado Mayor, Emilio Sarabia Griera.
