La violencia machista ha segado la vida de 866 mujeres en los últimos trece años en España, que hoy se une como país a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Desde que existen datos oficiales, el 1 de enero de 2003, hasta la actualidad, el año en el que se registró el mayor número de víctimas mortales fue 2008, con 76 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas.
En lo que va de año, este tipo de violencia ha acabado con la vida de 40 mujeres y un menor de edad, y ha dejado también 25 menores huérfanos.
Además, hay otros ocho casos en investigación, que podrían engrosar las estadísticas elaboradas por la Administración.
En dieciséis de los casos de este año existía una denuncia previa de la víctima y seis tenían medidas de protección en vigor.
El servicio telefónico de atención a víctimas de malos tratos 016 ha batido un récord de llamadas, casi 66.000 de enero a septiembre en este ejercicio.
TENDENCIA DECRECIENTE. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, destacó no obstante esta semana el descenso de la cifra de mujeres asesinadas en 2016, acorde con la tendencia decreciente que comenzó hace tres años.
El acoso, la mutilación genital o el matrimonio forzoso no están incluidos en la ley integral contra la violencia de género
Montserrat subrayó la importancia del acuerdo alcanzado por todos los grupos parlamentarios este mes en el Congreso, poniendo "la primera piedra" de lo que será el pacto de Estado para erradicar la violencia de género.
La lucha contra la violencia machista es "una cuestión de Estado" para el Gobierno, señaló la ministra, quien expresó su intención de trabajar conjuntamente "con todos" en tres frentes de actuación: la prevención, la protección y la sensibilización.
La titular de Sanidad abogó por afrontar esta "batalla" en red, desde la cooperación, la colaboración y la coordinación entre todas las instituciones, los ministerios, las asociaciones y la sociedad civil.
Ante esta conmemoración, la directora de la fundación Mujeres, Marisa Soleto, extrajo un balance positivo de los doce años de vigencia de la ley integral de violencia de género, que ha desarrollado el derecho de las mujeres a denunciar las agresiones machistas que sufren.
Esta norma ha contribuido a sacar a la luz un problema social en el que previamente "primaba la impunidad absoluta, la imposibilidad de las mujeres de denunciar estas situaciones y la ausencia de medidas de protección específicas", explicó.
No obstante, Soleto opinó que hay "disfunciones" en la aplicación de la ley de violencia de género, por la falta de recursos y por el funcionamiento en el ámbito de la Justicia.
Asimismo, expresó su preocupación por la tramitación de algunos procedimientos de familia asociados a cuestiones de violencia de género, que no han sabido adaptarse al conocimiento actual sobre esta materia.
También considera "preocupante" el elevado número de archivo de causas en la Justicia, lo que supone que "muchas mujeres buscan una solución a su situación en los tribunales, pero no la encuentran, sino que se meten en un laberinto judicial que les complica enormemente la vida".
Asimismo, reclamó una mejora de los mecanismos de protección, dado que el 41% de las víctimas mortales por violencia machista había denunciado y el 15% tenía medidas de protección en vigor.
Entre los retos, defendió extender la ley integral para recoger todas las manifestaciones de violencia contra las mujeres -el acoso sexual, la mutilación genital o el matrimonio forzoso- y no solo las que se producen en las relaciones de pareja como hasta ahora.
