Tanto Pablo Casado como Esperanza Aguirre han apuntado este Dos de Mayo a la etapa de Mariano Rajoy como el inicio de la debacle del PP.
El actual líder de la formación ha admitido que el PP obtuvo "un resultado muy malo" en las elecciones (66 escaños, frente a los 137 cosechados en 2016), y lo ha achacado a la "triple 'c': crisis económica, casos de corrupción y la situación en Cataluña". Y ha agregado que el PP lleva perdiendo votos "desde hace 8 años", por lo que no ve su bajón de diputados como algo completamente "imputable a estas elecciones".
Por otra parte, la expresidente de los populares madrileños ha defendido que su partido siempre ha estado en el centro y ha indicado que la culpa de los resultados electorales es de "todos" los que forman el PP, que no han sido capaces de "frenar la desbandada". Aunque, esta no ha empezado a su parecer ahora, si no que empezó cuando el exlíder de la formación Mariano Rajoy dijo en Elche: "liberales y conservadores que se vayan al partido liberal y al partido conservador".
"Algunos recordarán que lo dijo por mí. Yo no me fui pero, sin embargo, otros le han hecho caso y se han ido", añadió.
"A mí a estas alturas de curso (...) Como decía Churchill: los políticos tenemos que tener la piel de elefante. No me duele nada pero lo considero un error porque muchos de los votantes nuestros habían optado por Vox y se lo estaban replanteando para las municipales y autonómicas", ha señalado la exdirigente, ante los medios de comunicación, en el acto de celebración del Dos de Mayo.
Se trata, para Aguirre, de unos "calificativos hirientes" de los que tampoco está libre Abascal, que les ha llamado "derechita cobarde". "No conducen a nada", ha sostenido.
El presidente del PP, que prosiguió con sus críticas a Ciudadanos y Vox, llegó a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, acompañado de la candidata de su formación a la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y ha evitado saludarse con el expresidente del Ejecutivo autonómico y ahora número 13 de Ciudadanos a la Asamblea de Madrid, Ángel Garrido.
Aguirre ha reconocido que fue "una sorpresa" el fichaje del también expresidente regional Ángel Garrido por Ciudadanos, aunque ha remarcado que "cada uno es libre de hacer lo que le parece". "Parece ser que el señor Garrido quería ir al Senado y no podía ir a las listas europeas por una cuestión familiar, de custodia compartida", dijo.